Fue hasta que Javier Duarte se perdió en el mapa, después de pedir licencia al cargo de gobernador, cuando volvió a aparecer el nombre de Fidel Herrera en el ánimo de Miguel Ángel Yunes Linares. Desde muchos meses atrás, el político de Nopaltepec había puesto tierra de por medio para hacerse cargo del Consulado de Barcelona en España.

La única ocasión en que se le vio en el estado de Veracruz fue cuando llegó en junio pasado a su casilla electoral en Xalapa, y después de emitir su voto, un periodista le preguntó cómo veía la elección para gobernador. “Veo una alternancia”, contestó ese día sin más comentario.

Tan tranquila estaba la cosa estatal, que Yunes Linares, quien desde que inició campaña a la gubernatura había insistido diariamente en la promesa de cárcel para Javier Duarte y sus corruptos colaboradores, poca mención hacía de su contemporáneo enemigo de cuitas políticas en las altas esferas del poder público de nuestro país.

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Pero cuando Duarte de Ochoa se esfumó del escenario de castigo yunista, el circo se le complicó al gobernador de los dos años. Alguien tenía que entrar al quite para seguir con el tema de la corrupción y distraer la exigencia de resultados de gobierno a Yunes Linares.

Entonces Yunes sacó de sus cimbrantes archivos el tema de los medicamentos falsos e incorporó a Fidel Herrera en las denuncias. Pero aquí todos olvidaron que en esas compras, necesariamente hubo recursos y participación de la federación. Cómo se podía echar a andar una denuncia por esas compras sin involucrar al gobierno federal, y después de seis años de la gestión de Herrera Beltrán.

Acaso era posible que ni la Secretaría de Salubridad y Asistencia ni la Auditoría Superior de la Federación, ni ninguna otra instancia federal detectaran a tiempo esas compras fraudulentas que exponían la salud de los veracruzanos.

Al paso de los días de iniciado este tema, se puede concluir que sí hubo un estira y afloja con relación a esa investigación. Por eso, después del jaloneo, finalmente las autoridades federales aceptaron que sí encontraron medicamentos falsos para el tratamiento contra el cáncer. Aunque de la gestión de Fidel Herrera, se habla de una sola ampolleta adquirida en 2010, todas las demás corresponden a la gestión de Javier Duarte.

Pero este resultado, aunque se intentara, no va a hacer absolutamente nada a Fidel Herrera. Por qué se afirma esto. Las personas que conocen la normatividad en el manejo de los recursos públicos estatales y federales, saben perfectamente, que en el caso de las compras están bien delimitadas las responsabilidades de los que participan. Quizá lleguen a los que fueron secretarios de salud, lo cual es improbable. Las responsabilidades terminan en cargos como son direcciones generales ejecutoras de programas, directores jurídicos, jefes de unidad administrativa, contralores internos, y de parte de la Contraloría General, en los funcionarios que conocieron y debieron hacer algo, con respecto a los procesos de compra realizados y las denuncias de esos tiempos.

Cuando menos por ese tema del sector salud, no se ve situación distinta con respecto a Fidel Herrera.

Lo demás que se diga y se declare, simplemente es demagogia pura, tácticas para distraer a la sociedad, y fundamentalmente, estrategias para que Fidel Herrera no se acerque a husmear cómo se está manejando la política interna de Veracruz.

Como si Fidel, y no la sociedad veracruzana fuera el que decidirá la continuidad del régimen yunista más allá del 30 de noviembre de 2018.

Si esa es la percepción, es totalmente errónea. A la respuesta de la sociedad es a quien debiera tenerse miedo.

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