A causa de la pandemia, la gratuidad de los productos culturales como libros, películas o conciertos se ha extendido.
Pero esta excepción al respeto de la propiedad intelectual no está exenta de peligro para un sector ya frágil, advirtió la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
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Esta advertencia, se produce en un momento en que entra en vigor un nuevo tratado, celebrado en 2012, destinado a proteger los derechos de los trabajadores del sector audiovisual y a mejorar sus ingresos.
Es difícil cuantificar las consecuencias en este momento, pero el sector está en apuros” con muchas personas sin recursos, afirmó el director general de la OMPI, Francis Gurry, quien argumentó que cientos de personas suelen estar implicadas en la producción de una sola película.
El momento (para que entrara en vigor aquel tratado) no podría haber sido mejor escogido para aumentar el monto y la previsibilidad de los ingresos de los artistas intérpretes o ejecutantes del sector audiovisual, en momentos en que la pandemia perturba la actividad económica” del sector, dijo.
Y a pesar de la adopción de ese tratado, el jefe de la OMPI no ocultó su preocupación frente a la situación actual de la rama económica de la cultura.
