La Feria del Libro de Frankfurt 2020, que se realizará del 14 al 18 de octubre próximo, será híbrida –combinará las actividades digitales con las presenciales–, más pequeña, con pasillos más amplios y un concepto de higiene estricto.

Pero no todo será virtual, porque necesitamos encontrarnos aunque sea a distancia. No queremos que falte la energía que se desarrolla con la convivencia de la gente, que no se pierda el intercambio emocional”, comentó ayer Marifé Boix-García en la charla virtual organizada por Metabooks.

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La vicepresidenta Business Development Europa del Sur y Latinoamérica de esta feria, fundada en 1949, admitió que la pandemia del covid-19 ha significado un impacto negativo para el sector; pero que lo financiero no estaba en el primer plano cuando decidieron llevarla a cabo, a pesar de la incertidumbre que se vive.

Dijo que lamentan que algunas editoriales hayan cancelado su participación; pero entienden que, debido a los malos tiempos para la economía mundial, las empresas deseen ahorrar.

Hemos mantenido conversaciones con editores, autores y libreros. Estamos ideando un esquema flexible para que pueda participar la mayoría, con facilidades para cancelar si algo se complica”.

La promotora, que desde 2012 trabaja de cerca con el mercado editorial de América Latina, aclaró que Canadá sigue siendo el país invitado para este año y que es legítimo que desee posponer su presencia para el 2021, para desplegarla como merece; pero para que esto ocurra, deberían estar de acuerdo los futuros países invitados.

Sobre la participación en Frankfurt de los países de América Latina, y de México en especial, Boix-García comentó que aún no hay claridad, porque incluso se desconoce si se podrá viajar a Europa o no. “No han llegado al pico de la pandemia, hay incertidumbre. Espero que todos sobrevivan a estos tiempos difíciles y que nos veamos allá”, concluyó.

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