Los mayas lograron hacer predicciones astronómicas hace más de mil años en el periodo clásicode Mesoamérica, gracias al avanzado uso de las matemáticas y al desarrollo de su propio calendario que brindó una gran precisión de ciclos lunares, solares, eclipses y los movimientos de los astros, de acuerdo con Infobae.
Para los mayas, el fin primario del estudio de la astronomía era la adivinación. Pretendían comprender los ciclos de tiempos pasados y proyectarlos hacia el futuro para hacer profecías y así registraron los eclipses del Sol y la Luna.
Según los códices, el método era utilizar palillos cruzados como dispositivos de observación. El códice Dresde incluye la mención de un eclipse solar, representado como una serpiente que devora el k´in , el glifo de día.
Los eclipses los interpretaban como mordidas, motivo por el que se registraron tablas lunarespara predecirlos y realizar ceremonias para evitar desastres.
Consideraban los eclipses solares como un mal augurio debido a que el Sol era un dios y lo llamaban Kinich Abu.
Los mayas realizaban ceremonias y danzas en torno a los eclipses creyendo que el ruido ahuyentaba el conflicto entre el Sol y la Luna.
El Chilam Balam tiene una serie de libros escritos por personajes anónimos mayas con sus versiones acerca de los eclipses.