Las autoridades de Cultura deben al menos tres meses de pagos a una compañía que gestiona la seguridad en los museos mexicanos. La empresa Servicios Especializados de Investigación y Custodia (SEICSA) ha denunciado atrasos en los montos que cobran por los servicios de seguridad que vende al sistema de museos e instituciones culturales del Instituto Nacional de Bellas Artes. El retraso, según un comunicado interno de la compañía, ha afectado el pago de salarios de los trabajadores. Desde la Secretaría de Cultura confirman el adeudo, cuyo monto no ha sido revelado, y afirman que será cancelado “esta semana”.

“Actualmente el Gobierno Federal, en todas sus dependencias, está registrando la falta de pago a sus proveedores, de manera particular el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), que adeuda a SEICSA los meses de julio, agosto, septiembre y octubre. Esta situación afecta el pago de la nómina quincenal”, explica la empresa a sus empleados. 

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“Estamos comprometidos con todo nuestro personal y sus familias, por lo que se financió el pago de las nóminas de los meses de julio, agosto y septiembre, pero el capital con el que se contaba no es suficiente para continuar solventando la nómina del mes de octubre y posteriores, situación que podrá ser solventada una vez que recibamos pagos por parte del INBAL”, agrega la compañía en el comunicado interno.

La empresa pide a sus trabajadores que tengan paciencia a pesar del retraso y que “no abandonen los servicios” de seguridad, ni que tomen “actitudes que resulten no adecuadas y que puedan afectar el servicio, ya que existen sanciones por parte del INBAL si se presentan este tipo de situaciones y esto podría afectar los pagos de los adeudos que se encuentran pendientes”, según el comunicado interno firmado por Roberto Sosa Preciado, director operativo de SEICSA.

Fuentes del sector de Cultura afirman que hay mucha indignación entre los trabajadores por el retraso en la remuneración de los empleados que ofrecen servicios en los museos. Una fuente de comunicación de la Secretaría de Cultura consultada sobre esta denuncia confirmó la deuda que el INBAL tiene con SEICSA. Esta fuente informa que “se ha dado prioridad a los empleados de la Secretaría” en el pago de los salarios y que al ser esta empresa externa al sistema público, se ha pospuesto liquidar la deuda, pero, afirma, “esta semana se salda el adeudo”. “Hubo un desfase en los pagos a los proveedores que dan servicios a los museos, pero ya se solventó”, afirma. La fuente explica que los trabajadores de SEICSA, aunque laboren en instituciones públicas, “no tienen relación directa con la Secretaría de Cultura” y que el retraso en el pago a la compañía “es debido a trámites internos”.

La Secretaría de Cultura ha sido el objeto de fuertes críticas por los recortes al sector desde que inicio el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha impuesto en el Estado la llamada “política de austeridad”. En el caso de Cultura, los recortes suman más de 1.000 millones de pesos y han afectado principalmente a fideicomisos y a instituciones que ofrecían becas y apoyos para fomentar, por ejemplo, la producción cinematográfica.

Alejandro Frausto, secretaria de Cultura, ha defendido los recortes. “El programa de austeridad es importantísimo, porque estamos en un Gobierno que tiene ese mandato en los gastos de los servidores públicos. Por ejemplo, si nosotros tenemos que decidir quién viaja a un festival, que viajen los artistas. Antes iban diez funcionarios y dos artistas. Ahora quienes tienen la prioridad para eso son las personas de la comunidad cultural. ¿A dónde se va el dinero? A las convocatorias. ¿A dónde se va el recurso? A los proyectos culturales. O sea, el centro de nuestra política es la gente, y no solamente un grupo, sino lograr distribuir esos recursos también en todo el país”, dijo Frausto en una entrevista concedida a EL PAÍS.

La secretaria también afirmó que bajo su mandato se han reforzado los fondos a los museos del sistema público. “Hemos puesto atención a los museos, que no habían recibido atención en décadas. ¡En el de Arte Moderno había hasta goteras! Toda esa infraestructura cultural a la que no se había atendido, se ha mejorado, se ha dignificado”, afirmó la funcionaria. Una inversión que, sin embargo, parece no ser suficiente para cubrir los compromisos que el INBAL tiene con las empresas que garantizan la seguridad en los museos que resguardan gran parte del patrimonio cultural mexicano.

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