Aura Cristina Torres de la Cruz, estudiante de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV), declaró que la danza de los voladores de Papantla se encuentra completamente desvirtuada ya que las múltiples representaciones que se realizan en el país e incluso en mundo, poco tienen que ver con este ritual prehispánico.

“Las representaciones de la danza de los voladores que se llevan a cabo en ferias y festivales, se realizan para el turismo o para el público de eventos políticos, lo cual ha hecho que este ritual pierda su esencia”, afirmó.

La universitaria dictó el 19 de abril la ponencia “La problemática que enfrenta la danza para su conservación”, dentro de la Mesa de Trabajo “Expresiones artísticas con impacto social”, dentro del 3er Foro Académico Multicultural “Espacio de diálogo interdisciplinar: Arte, Ciencia e Innovación”, que se llevó a cabo los días 19 y 20 de abril en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI).

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Aura Torres mencionó que el declive de la danza de los voladores de Papantla es el resultado de muchos factores, entre ellos el escaso apoyo oficial, la crisis económica, el desempleo y la pérdida del etnoconocimiento.

“Los jóvenes papantecos ignoran el significado de esta danza, incluso los niños que incursionan como danzantes desconocen el significado del ritual que interpretan”, aseveró.

Dentro de la misma mesa de trabajo Fernanda Orozco Gordillo, estudiante de la misma entidad académica, participó con el tema “Tsakat-Kiwi (Palo volador del Tajín)”.

La joven relató que el “palo volador” –árbol de la especie Zuelania guidonia– que se usa para realizar la danza de los voladores de Papantla se encuentra en peligro de extinción, lo cual ha orillado a muchos danzantes a buscar alternativas para realizar este ritual que simboliza lluvias y fertilidad.

Fernanda Orozco comentó que este árbol tiene un diámetro de 50 centímetros y una copa redonda, y además su corteza es limpia.

Añadió que esta especie que florece entre marzo y junio alcanza hasta 30 metros de altura, por lo que se usa para el ritual del palo volador, el cual se realiza para pedir fertilidad a la tierra.

La estudiante comentó que los danzantes debían ser solteros desde al menos siete años atrás, para que sus pensamientos fueran puros y su energía estuviera limpia.

“Incluso durante determinados rituales utilizaban disfraces de águila, para recordar a los guerreros muertos en batalla”, mencionó.

La joven declaró que el acto mágico de pedir fertilidad y lluvia con esta danza se ha perdido, y que actualmente se ha convertido en un circo, lo único que busca es generar recursos económicos.

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