Ann Cyphers, la máxima experta en cultura Olmeca, desmiente que el origen de las cabezas colosales de la legendaria civilización sea africano, como algunos sugieren, ya que no existen evidencias científicas, debido a que no hay pruebas de ADN o vestigios arqueológicos que lo demuestren.

En entrevista con MILENIO, la arqueóloga, con 30 años de trabajo de campo y de investigación sobre la cultura Olmeca, la civilización más antigua de Mesoamérica, detalla que para demostrar esa teoría existen líneas de investigación que demuestran que tanto en objetos procedentes de África, así como en los exámenes de ADN realizados en fósiles olmecas, “no existe ninguna relación con los pobladores africanos”.

La especialista del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM recuerda que esta versión se popularizó una vez que José María Melgar y Serrano, quien se dedicaba a la búsqueda de antigüedades, al ver la primera cabeza colosal descubierta en Hueyapan, Veracruz, en 1850, difundió que se trataba de una obra de arte, de una magnífica escultura de “tipo etiópico, que indudablemente habían poblado negros en este país y esto había sido en los primeros tiempos del mundo”.

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Cyphers, a quien en el mundo de la arqueología se le reconoce por haber sido la primera mujer en conducir un proyecto de investigación en la capital olmeca de San Lorenzo Tenochtitlán, y por ser la última arqueóloga que encontró una cabeza colosal olmeca, aclara que la modificación craneofacial, es decir, el cambio deliberado, “era una práctica ritual de los olmecas que se practicaba durante el primer año de vida de los niños, que es cuando el cráneo se puede moldear. Para ello se utilizaban tablas que se ataban tanto en la frente como en parte posterior de la cabeza, una práctica para crear identidad y pertenencia impuesta por los gobernantes.

¿Cuáles son esos mitos alrededor de las Cabezas Olmecas?

Hay de todo, hay creencias de que los olmecas vinieron no solo de África, sino de China y hasta del espacio —extraterrestres.

Han proliferado las explicaciones un poco fantasiosas alrededor de su origen, pero que no tienen fundamento. Las cabezas colosales son olmecas, surgieron en Mesoamérica. Las rocas con las que se elaboraron proceden del cerro volcánico de Cintepec, por lo que no se deben de achacar a otros lugares del mundo. Los trabajos arqueológicos demuestran que estas obras monumentales fueron hechas aquí en México.

¿Por qué representan un estilo?

Porque retratan a personajes. Las cabezas tienen una forma prismática, entonces, las facciones de las personas aparecen un poco aplastadas, porque de hecho, las cabezas se hicieron a partir de otras esculturas. Trabajaron en esculturas que reciclaban, les quitaban esquinas y las redondeaban: tenían que aprovechar la roca al máximo para hacer las cabezas colosales y eso influyó también en cómo se plasmaron las facciones de las cabezas. Al parecer los olmecas no tenían las facciones tan aplastadas, ni la nariz tan ancha, por eso digo que las esculturas son un estilo artístico.

¿Qué se sabe ahora de los olmecas con las excavaciones que usted ha dirigido?

Sabemos cómo estaba estructurada su sociedad, que sí hay evidencia de los gobernantes, que encontramos sus palacios y todos sus emblemas, los íconos del poder, y más o menos se entiende cómo vivían y cómo manejaban la política y la economía; cómo organizar a la sociedad a través de muchos siglos y el desarrollo de sus comunidades, sus redes económicas, políticas y sociales, lo que permitió que ellos pudieran tener un muy buen desarrollo y la capacidad de crear grandes construcciones monumentales.

Algunas investigaciones cuestionan que la cultura Olmeca sea la cultura madre, ¿por qué?

Siempre ha sido una polémica, porque cultura madre indica que debe ser la primera, el origen, pero hay muchas aldeas más antiguas en Mesoamérica, y algunas de ellas son anteriores a los olmecas, pero esos pueblos no desarrollaron una civilización. Entonces los grandes estudiosos que llamaron a los olmecas la cultura madre, estaban refiriéndose a que es la primera civilización que dio su legado a las posteriores. Entonces, técnicamente cultura madre no es el mejor término, quizá la civilización madre es mejor. 

Identificación de gobernadores

Tras la participación de Ann Cyphers en la conferencia Las cabezas colosales olmecas, en el aula magna de El Colegio Nacional, dentro del ciclo “La arqueología hoy”, coordinado por el colegiado Leonardo López Luján, la experta precisó que por eso los 17 rostros de las cabezas olmecas encontrados en San Lorenzo y La Venta, que representan a los gobernadores o reyes olmecas, son muy fáciles de identificar, ya que se encuentran en los bajorrelieves de sus altares y en sus figurillas de terracota o piedra verde.

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