Aunque el pulque y el curado se venden en los mismos establecimientos y comparten un origen similar, hay una característica que los distingue.

Es frecuente toparnos en la calle con letreros donde se anuncia la venta de pulques y curados, dos bebidas alcohólicas que comparten el mismo origen pero que tienen como principal diferencia la suma de condimentos y frutas.

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Para entender más esta disparidad , veamos por separado las características de cada una:

Pulque

Es una bebida ancestral que en tiempos prehispánicos era usada para rituales y que se le consideraba la bebida de los dioses.

Para elaborarlo debe cortarse o capar el maguey, hacer un hoyo en la piña y con cuidado raspar para obtener el aguamiel, que deberá fermentarse para conseguir pulque blanco natural.

Aunque su sabor es algo fuerte, entre ácido y dulce, no es para todos los paladares; lo mismo ocurre con su consistencia un poco viscosa. Y es precisamente por este último punto que surgieron los curados.

Curados

En teoría su base es la misma a la de los pulques, sin embargo, la diferencia radica en que los curados tienen fruta picada que suaviza los sabores fuertes, además de otros ingredientes como café, avena o piñones.

Al final no importa cuál prefieras, la mayoría de las pulquerías del país ofrecen tanto pulques naturales como curados.

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