Frente a los casos de mujeres en situación de vulnerabilidad, la bailarina y coreógrafa Sara Montero preparó una pieza dancística donde se refleja cada una de las historias de abuso que ha sufrido este sector de la sociedad.

Un lugar sin fin es el título de la propuesta que será interpretada por la compañía Proyecto IgualDesigual en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque (CCB), del 6 al 9 de octubre, jueves y viernes a las 20:00 horas; sábado a las 19:00 y domingo a las 18:00 horas.

Como parte de la estrategia #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Sara Montero —codirectora del grupo con Antonio Soria— explicó que la obra surge de la necesidad de reflexionar, disentir y expresar la realidad cotidiana de la situación que nos contiene a todas por nuestra condición de mujer.

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Sobre esta problemática, comentó que es alarmante que, a pesar del avance tecnológico, el acceso a la educación y los medios informáticos, en la mayoría de los sectores sociales en países de América Latina, y en todo el mundo, mueren muchas mujeres de manera violenta cada día. “No hay un diálogo crítico, en ningún espacio de nuestro día, respecto a la situación en la que estamos inmersos todos y, al seguirse tratando como tema tabú, poco agradable, ya desgastado, parece imposible de contener, menos de erradicar.

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“Me afecta y me impacta el que, sin importar la condición social, económica, política, educativa, geográfica o la edad, el hecho de ser mujer significa un peligro. Si bien es un tema del que hemos hablado mucho, y parece gastado o trillado, no se acaba. No hemos logrado bajar las cifras. Es urgente seguir hablando, hacerlo visible y tangible por todos los medios posibles”, dijo.

Egresada del Centro Nacional de Danza Contemporánea y de la Universidad Autónoma de Querétaro, Sara Montero refirió que la obra Un lugar sin fin busca generar una experiencia sensorial a través de elementos visuales y sonoros.  Además de considerar importante que no necesariamente se visualiza a una víctima mujer y un victimario hombre como una verdad inamovible, ya que somos parte de un todo, y tenemos la urgencia de reeducar y construir una nueva forma de relacionarnos.

Sobre la propuesta escénica, la bailarina indicó que la pieza se creó sobre una base dramatúrgica sólida que ofrece al espectador la posibilidad de adentrarse en el universo de cada uno de los personajes que habitan la escena, y que justamente es lo que ha caracterizado desde sus inicios a Proyecto IgualDesigual es su discurso narrativo. Se cuenta una historia por medio del cuerpo, la teatralidad, el gesto y propone a cada intérprete un abanico de posibilidades, texturas y calidades para dar vida a su personaje.

Finalmente, Montero expresó su satisfacción por los resultados obtenidos con Un lugar sin fin, porque, desde los inicios de la compañía en 2017, su intención como creadora ha sido investigar y adentrarse en el universo femenino en sus muchas posibilidades y facetas; buscar las posibles atmósferas del imaginario, de la pisque, de las emociones y de las necesidades de la mujer: “El simbolismo de esta obra dentro de la historia de la compañía es la voz, el espíritu y la fuerza femenina de Proyecto IgualDesigual. Si bien el grupo se integra de un equipo mixto, el carácter femenino, el propósito de levantar la voz, defender y buscar la coherencia del discurso es algo presente en nuestro trabajo”.

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