Se presenta en París la obra Chez Nous (Nuestro hogar), de la artista mexicana Carmen Mariscal. La pieza se encuentra al aire libre en la plaza del Palacio Real, a un costado del Museo del

Louvre en el marco de la Feria de Arte de París. Con este trabajo, Mariscal explora la metáfora de la casa como refugio y prisión y problematiza las relaciones sentimentales.

Durante años, los puentes de París se cubrieron con candados que dejaban las parejas como recuerdo de su amor, pero el peso de estos objetos excedió la capacidad de los puentes y en 2014 se cayó un barandal del Puente de las Artes.

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La pieza de Carmen Mariscal resignifica estos candados con una escultura en forma de casa, que es el espacio arquetípico de la familia, realizada con estos barandales. La obra, que mide 35 metros cúbicos y pesa casi cinco toneladas, materializa una casa-prisión, símbolo de la violencia doméstica.

AMOR ENCERRADO

La artista dijo en entrevista para Excélsior que estos candados se inscriben en el tema de la memoria del objeto, que ha trabajado desde hace casi 25 años, pues resguardan los recuerdos de las personas.

Yo lo consideraba un gesto lindo de las parejas; además, los candados eran estéticamente placenteros, sin embargo, me causaba conflicto la degradación del patrimonio, la contaminación del río y el símbolo que las parejas elegían para representar su amor. ¿Por qué si esas personas se aman no eligen un objeto que no se asocie a la pertenencia y al encierro?”, afirmó Mariscal.

La obra busca reflejar la inestabilidad emocional de la familia, socialmente vista como la institución más fuerte, así como la fragilidad física del puente expuesto al sobrepeso de miles de candados, que lo quebrantaron. La casa presentada no tiene ni ventanas ni puertas porque simboliza el amor como encierro, una relación de la que no se puede huir y que parece perfecta desde del exterior, pero que guarda turbios secretos.

La videoinstalación El cementerio del amor acompañó la inauguración de la obra. El video, explica la creadora, está estructurado en tres partes correspondientes a las fases de un ciclo amoroso: primero, las ilusiones, después los sueños rotos y por último, lo que ocurre después de la ruptura. En el filme se muestran manos que sostienen los candados que se retiraron de los puentes, mientras hombres y mujeres leen los nombres de los amantes grabados en cada candado como si  fuera una lista de víctimas de guerra.

PROCESO ARTÍSTICO

En 2014, luego de que se cayeran dos barandales, el gobierno abrió la convocatoria para proyectos artísticos con los candados, sin embargo, la alcaldía rechazó la idea original de la mexicana y las de otros creadores y vendió los barandales para beneficiar a asociaciones sociales sin fines de lucro. Tras el descontento que esto levantó y después de algunos años, Carmen Mariscal persistió con su obra y solicitó a la administración parisina un préstamo de los barandales para incorporarlos en la pieza. Los primeros bocetos de la casa se hicieron en junio de 2014. Seis años más tarde, luego de trámites y problemas logísticos que retardaron el proceso, se concretó el proyecto.

POR UNA BUENA CAUSA

Para la artista, la importancia del arte está en permitir un diálogo social. Por ello, creó la fundación sin fines de lucro Chez Nous, a través de la cual se hicieron donaciones que permitieron la realización de la obra. A la par, el dinero recaudado se destinará a dos fundaciones que ayudan a mujeres y niños víctimas de violencia doméstica, Espacio Mujeres, en México y Aurore, en Francia.

La pieza permanece abierta al público, sin embargo, debido a las medidas impuestas por el gobierno francés ante la crisis del COVID-19, las actividades en torno a la obra han sido postergadas.

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