El Sistema de Transporte Colectivo cumple 52 años del inicio de su construcción. El primer “taladrazo” dado sobre el suelo donde cruzan la avenida Chapultepec y la calle Bucareli representó el parteaguas de la movilidad y vida moderna en la ciudad de México al comenzar la obra civil más grande en su historia. 

La ceremonia del arranque formal de los trabajos ocurrió la mañana del martes 19 de junio de 1967 y fue encabezada por el Regente del entonces Distrito Federal, Alfonso Corona del Rosal, acompañado de funcionarios gubernamentales.

El reto había comenzado, ya que previo a ello, el gobierno capitalino consideraba prácticamente imposible este proyecto debido al subsuelo fangoso y la zona sísmica de la ciudad. La Universidad Nacional Autónoma de México realizó los estudios correspondientes con expertos en mecánica de suelos. 

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En este esfuerzo trabajaron también alrededor de 700 especialistas de diversas disciplinas, como ingeniería, arquitectura, urbanismo, sociología, economía, abogacía y administración, entre otras para realizar también estudios de impacto ambiental, urbano y económico.

El entonces regente del Distrito Federal sometió este anteproyecto a revisión y obtuvo un dictamen positivo por lo que se aprueba y se encarga su construcción a una empresa particular de ingeniería.

El 29 de abril de 1967 fue publicado en el Diario Oficial el Decreto Presidencial por el cual se crea un organismo público descentralizado: el Sistema de Transporte Colectivo. 

Las autoridades se preocuparon por hacer público el proyecto e invitar a la gente a opinar. La obra fue bien vista por la población. Así, el 19 de junio de 1967 iniciaron los trabajos de construcción.

Las obras de la Línea 1 atravesaron por zonas potencialmente conflictivas, como el mercado de La Merced y La Candelaria de Los Patos, por ejemplo, de gran concentración comercial y poblacional.

La creación del nuevo transporte masivo se convirtió en una importante fuente de empleos, llegaron a concentrarse hasta 12 mil técnicos y obreros durante su construcción. Posteriormente, propició la instalación de nuevos comercios o el repunte de otros debido a su ubicación inmediata a las estaciones. 

El Metro contribuyó a resolver problemas de vialidad crecientes porque al mismo tiempo se construyeron o ampliaron vialidades alternas, así como puentes vehiculares y peatonales. La imagen urbana de la capital se modificó y también cambió la actividad social y económica. 

Tras 27 meses de obra, quedó concluido el primer tramo de 12.6 kilómetros y 16 estaciones de la Línea 1, teniendo como terminales Chapultepec, en la zona poniente, y Zaragoza, en el oriente. 

El próximo 4 de septiembre el Metro de la Ciudad de México cumplirá medio siglo de servicio ininterrumpido con una Red que enlaza los cuatro puntos cardinales de la capital mexicana a través de 226 kilómetros y 195 estaciones, distribuidas en las Líneas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, A, B y 12, por las que diariamente se transportan 5. 5 millones de usuarios.

Considerar a la capital mexicana sin Metro, es actualmente impensable. Gradualmente se convirtió en pilar de la movilidad y se mantiene como la columna vertebral del transporte público de la Ciudad de México.

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