Un equipo de arqueólogos descubrió en Reino Unido los restos de un mercenario de la época romana enterrado junto a su espada y un misterioso esqueleto decapitado, cuya cabeza yacía a sus pies.

El Consejo de Vale of Glamorgan, en Gales, contrató a la compañía Rubicon Heritage, que presta servicios arqueológicos a los sectores público y privado, para evaluar un terreno cerca de una carretera que quería reformar. Los trabajos condujeron al hallazgo de un extenso conjunto de objetos y cientos de tumbas que se remontan a miles de años atrás.

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En un tramo de la carretera de ocho kilómetros se encontraron múltiples piezas romanas y varios esqueletos, informó el director general de Rubicon Heritage y jefe del proyecto, Mark Collard, a Insider. Se cree que una de las personas enterradas era un mercenario, en cuya tumba también se hallaron una gran espada y un broche militar datados del periodo en el que “el Imperio romano se desintegró en Gran Bretaña”, explicó el experto.

Lo más enigmático de este descubrimiento fue otro esqueleto que pertenecía a un varón decapitado, que estaba sepultado con la cabeza junto a los pies.

Los dos hombres fueron enterrados en una gran colina con “fantásticas vistas sobre el campo”, detalló Collard. “Nos podemos imaginar que debe haber una razón para ello”, apuntó.

En 2019, en un cementerio romano en Suffolk, Inglaterra, fueron encontradas sepulturas similares que albergaban a 17 cadáveres decapitados, cuyas cabezas habían sido removidas supuestamente después de su muerte.

Ese hallazgo dejó perplejos a los arqueólogos. Hasta el día de hoy, sigue siendo un misterio lo que simboliza esta práctica. Según recoge Live Science, una de las teorías de los expertos sugiere que el ritual estaba relacionado con el sistema de creencias paganas de las tribus celtas prerromanas, que consideraba que el alma de las personas residía en la cabeza.

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