Utensilios hallados en la Cueva del Chiquihuite, en el estado de Zacatecas, evidencian que los humanos vivían en Norteamérica hace más de 30 mil años, es decir, 15 mil años antes de lo que se pensaba, anunciaron investigadores de la Universidad Autónoma de Zacatecas, en dos estudios publicados en  la revista británica Nature.

Nuestras investigaciones aportan nuevas pruebas sobre la antigüedad de la presencia de humanos en las Américas”, declaró el arqueólogo que encabezó la investigación, Ciprian Ardelean, autor de uno de los dos estudios.

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Entre los coautores participan tres investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Joaquín Arroyo Cabrales, codirector del Proyecto Paleontológico en Santa Lucía; Alejandro López Jiménez, también paleontólogo en Santa Lucía, e Irán Rivera González, investigadora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

Ardelean llegó a este sitio después de un año de recorrer a pie y de manera sistemática kilómetros de sierra, en la región de Concepción del Oro, en busca de evidencias humanas antiguas, guiándose por la interpretación de la forma del terreno y con la orientación de lugareños. En 2010, alcanzó la Cueva del Chiquihuite, ubicada a 2 mil 740 metros sobre el nivel medio del mar y, aproximadamente, mil metros sobre el suelo del valle.

Los utensilios más antiguos encontrados en esta cueva fueron datados con carbono 14 en un rango de entre 33 mil y 31 mil años antes de la era cristiana. “No son muchos, pero están ahí”, comentó Ardelean.

Utensilios hallados en la Cueva del Chiquihuite, en el estado de Zacatecas, evidencian que los humanos vivían en Norteamérica hace más de 30 mil años, es decir, 15 mil años antes de lo que se pensaba, anunciaron investigadores de la Universidad Autónoma de Zacatecas, en dos estudios publicados en  la revista británica Nature.

Nuestras investigaciones aportan nuevas pruebas sobre la antigüedad de la presencia de humanos en las Américas”, declaró el arqueólogo que encabezó la investigación, Ciprian Ardelean, autor de uno de los dos estudios.

Entre los coautores participan tres investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Joaquín Arroyo Cabrales, codirector del Proyecto Paleontológico en Santa Lucía; Alejandro López Jiménez, también paleontólogo en Santa Lucía, e Irán Rivera González, investigadora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

Ardelean llegó a este sitio después de un año de recorrer a pie y de manera sistemática kilómetros de sierra, en la región de Concepción del Oro, en busca de evidencias humanas antiguas, guiándose por la interpretación de la forma del terreno y con la orientación de lugareños. En 2010, alcanzó la Cueva del Chiquihuite, ubicada a 2 mil 740 metros sobre el nivel medio del mar y, aproximadamente, mil metros sobre el suelo del valle.

Los utensilios más antiguos encontrados en esta cueva fueron datados con carbono 14 en un rango de entre 33 mil y 31 mil años antes de la era cristiana. “No son muchos, pero están ahí”, comentó Ardelean.

Evidencias arqueológicas, que incluye puntas de lanzas diseñadas para matar mamuts y otra megafauna prehistórica, sugirieron que esta población se expandió a través de Norteamérica.

Esta teoría es cuestionada con descubrimientos que situaron el periodo de los primeros pobladores hace 16 mil años. Además, las herramientas y armas encontrados en estos sitios no eran los mismos, mostrando diferentes orígenes.

Claramente, los humanos estuvieron en América mucho antes del desarrollo de la tecnología Clovis”, declaró Ruth Gruhn, profesora emérita de antropología en la Universidad de Alberta.

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