De particular importancia fue 2018 para las letras del mundo, pues si bien estuvo cargado de importantes premios y reconocimientos para personalidades como Ida Vitale y Eduardo Matos Moctezuma, también hubo grandes escándalos.

Entre esas perlas negras sobresalen las acusaciones en la Academia Sueca de agresión sexual, corrupción financiera y violación a la confidencialidad de los nombres de al menos siete ganadores del Premio Nobel de Literatura, por lo cual la entrega del reconocimiento fue pospuesta para el próximo año.

El Premio de Literatura en Lenguas Romances, dotado con 150 mil dólares, se otorgó a la ensayista, poeta y traductora uruguaya Ida Vitale en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, como reconocimiento al conjunto de su obra.

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Esa misma distinción la han recibido autores de gran talla como Juan José Arreola, en 1992; Augusto Monterroso, en 1996; Sergio Pitol, en 1999; Carlos Monsiváis, en 2006, y Fernando del Paso en 2007.

Ida Vitale es una de las voces imprescindibles de la poesía en lengua española; integrante de la llamada Generación del 45, su trabajo la llevó a incursionar en la poesía, la crítica literaria, el periodismo y la traducción.

Estudió Humanidades y fue profesora hasta 1974, cuando la dictadura militar en su país la orilló a exiliarse en México durante 10 años, donde formó parte del consejo asesor de la revista Vuelta y del grupo fundador de diario Unomásuno.

Otro galardón que causó grata impresión en el ámbito literario y de la cultura en general, fue sin duda el que recibió en la misma FIL el arqueólogo y escritor mexicano Eduardo Matos Moctezuma.

“Una vida entregada al pasado de México” fue el reconocimiento a la trayectoria de quien es autor de más de 500 investigaciones, que con un lenguaje claro para todo lector ayudan “a descubrir el pasado de México para entendernos mejor”, como él mismo especialista ha dicho.

“Mi trayecto proviene de un encuentro entre la palabra y su contenido”, dijo el homenajeado, en referencia a la importancia del lenguaje para llegar a comprender la cultura y la cosmovisión de los pueblos del México antiguo.

Matos Moctezuma, encargado de develar los misterios del Templo Mayor de Tenochtitlán, la actual Ciudad de México, recibió el reconocimiento el 1 de diciembre en la capital del estado de Jalisco.

La literatura es una más de las pasiones de este científico, quien ha escrito obras como “El Templo Mayor de los aztecas”, “Vida y muerte en el Templo Mayor”, “Muerte al filo de obsidiana”, “Excavaciones en la Catedral y el Sagrario Metropolitanos”, “Estudios mexicas (1999-2005)”, “El calendario azteca y otros monumentos solares”, “Aztecas, “Tenochtitlán”, “Escultura monumental mexica”, y “La muerte entre los mexicas”.

En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara también fue reconocido el escritor turco contemporáneo más conocido de la actualidad, Orhan Pamuk, quien recibió la Medalla Carlos Fuentes.

Considerado un vínculo intelectual entre Oriente y Occidente, el autor de libros que entre otros temas abordan la historia turco-otomana y europea, ofreció una charla en la cual aseguró que su única religión es la literatura.

Su infancia, las letras, su natal Estambul, su trabajo literario, la política y libertad de expresión en su Turquía, el “Boom” Latinoamericano y Carlos Fuentes, así como sus ídolos León Tolstoi, Fiódor Dostoyevski y Thomas Mann, fueron algunos de los temas que trató en un atiborrado Salón Literario Carlos Fuentes.

De particular importancia por el área de estudio que cubre, es el Premio en Lenguas Indígenas que este 2018 fue otorgado al venezolano Francisco Antonio León Cuervo, quien en su ideario considera la importancia de la Literatura para dignificar la vida de los demás.

El sudamericano ganó el premio por su obra “El eterno retorno”, novela que retrata, de manera ilustrativa y a la vez divertida, sucesos trágicos contemporáneos.

Otro de los galardones literarios que con más cariño se esperan en México es el Premio de Literatura, Ciudad y Naturaleza “José Emilio Pacheco”, que ahora se otorgó al escritor Santiago Acosta.

La poesía es un motor que puede hacer de la realidad algo distinto y en transformación. Para el escritor y traductor mexicano José Emilio Pacheco, el oficio de escribir fue una de las formas más reveladoras de penetrar en esa realidad inquietante.

Otro momento de gran emoción literaria tuvo lugar en México a finales de noviembre, cuando Gioconda Belli, nacida en Managua el 9 de diciembre de 1948 y autora de una de las obras poéticas de más profundo reconocimiento internacional, visitó el país para compartir sus experiencias.

La ganadora de los premios “Mariano Fiallos”, “Internacional Generación del 27”, “Casa de las Américas” e “Internacional Ciudad de Melilla” expuso ante mil jóvenes los inicios de su escritura, su lucha por la vida y el futuro; fuerte, enérgica y cariñosa, les recodó: “Ustedes tienen el infinito en la palma de la mano”.

Narró sus inicios como poeta, qué la llevó a escribir, cómo fue su primera máquina de escribir, las ideas y emociones que pasaron por su cabeza ante la necesidad de abandonar su país y exiliarse por la dictadura de Anastasio Somoza, y lo que la empujó a procurar justicia para su país. “Mi poesía es autobiográfica”, expresó

Como sucede en todas las actividades humanas, este año también tuvo un lado negativo y de muy desagradable escándalo. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, la Academia Sueca pospuso la entrega del Premio Nobel de Literatura; el rey Carlos Gustavo de esa nación ordenó una reforma a sus estatutos.

Un total de 18 mujeres acusaron al dramaturgo y fotógrafo Jean-Claude Arnault de agresión sexual, algunos de ellos cometidos en las instalaciones de la academia: a raíz de ello cinco de sus 18 integrantes dimitieron.

A las acusaciones de acoso sexual se sumaron otras denuncias de corrupción financiera, así como violaciones en al menos siete ocasiones de la confidencialidad del nombre de las personas que obtendrían el galardón. Por ello se decidió que el próximo año la Academia Sueca anunciará al mismo tiempo tanto al ganador del Premio Nobel de 2018, como al de 2019.

El asunto tomó tintes bizarros cuando un grupo de profesionales en la cadena productiva del libro y otros inmersos en otras bellas artes, como profesores, académicos, músicos, escritores, bibliotecarios y músicos, se organizaron de manera acelerada para proponer un “Premio Nobel Alternativo”.

Con ese fin, de manera pronta y expedita citaron al novelista japonés Haruki Murakami, quien aún más rápido rechazó la distinción.

En tanto, en Argentina se “otorgó” de manera póstuma el Nobel de Literatura a Jorge Luis Borges (1899-1986), autor de cuentos, ensayos y novelas considerado como el escritor argentino más influyente y brillante del siglo XX que fue candidato al galardón pero nunca se le dio.

Como un susto nada más quedó la noticia surgida en junio sobre una aparatosa caída de Mario Vargas Llosa, escritor peruano nacionalizado español, que lo llevó al hospital pero tras unos días de permanecer internaco, pudo regresar a su casa sin mayores problemas.

En cuanto a la venta de libros a nivel nacional siguió al alza: este año “El Principito” de Antoine de Saint-Exupery fue el gran vendedor, como lo muestran las 30 ediciones que ya alcanza dentro de la Colección “Sepan Cuantos” de Editorial Porrúa.

Fuentes en el mundo de las editoriales informaron a Notimex que “El Príncipe”, de Nicolás Maquiavelo; “Las batallas en el desierto”, de José Emilio Pacheco; “El arte de la guerra”, de Sun Tzu; “Rebelión en la granja”, de George Orwell, y “Mandalas budistas”, del Maestro Maka, son otros títulos que estuvieron entre sus libros más vendidos.

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