Tras una reciente restauración, el grupo de mármol de las Tres Gracias, conservado en el Vaticano y que se remonta a las primeras décadas del siglo II d.C., se abrirá excepcionalmente a los ojos de los curiosos y aficionados en la sala XVII de la Pinacoteca Vaticana, en una ubicación sugestiva y temporal.

Homenaje a Canova

La ocasión es el bicentenario de la muerte de Antonio Canova, quien por nombramiento de Pío VII Chiaramonti, desde 1802, fue Inspector General del patrimonio arqueológico y artístico y Director de los Museos Vaticanos. A este escultor de Possagno, maestro indiscutible del neoclasicismo, le debemos la creación de una de las reproducciones más logradas y apreciadas del tema de las Gracias. 

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La restauración

Los trabajos de conservación del grupo de mármol antiguo realizados por expertos de los Museos Vaticanos, coordinados por el Departamento de Antigüedades Griegas y Romanas y llevados a cabo por el Laboratorio de Restauración de Mármoles y Materiales Lapídeos, han devuelto a la obra su esplendor original.  La iniciativa se inscribe en el marco de Museums at Work, un proyecto expositivo que pretende poner de relieve los trabajos de restauración realizados en obras especialmente significativas o con un fuerte valor simbólico.

La obra plástica conservada en el Vaticano fue realizada por un escultor anónimo que probablemente se inspiró en una creación más antigua de finales del periodo helenístico. Se desconoce el lugar de su descubrimiento. Se integraron las partes que faltaban en la segunda mitad del siglo XVI y la restauración actual ha puesto de manifiesto las numerosas líneas de unión, también evidenciadas por el cambio de coloración de las resinas, utilizadas en el pasado tanto para la adhesión de los diferentes fragmentos así como para rellenar fracturas.

Oculto al público

La escultura fue adquirida en 1815 bajo el mandato de Pío VII y durante un breve periodo de tiempo se expuso en el Braccio Nuovo. Finalmente encontró su colocación definitiva en 1932 en el Gabinetto delle Maschere (Gabinete de las Máscaras) del Museo Pio Clementino, un lugar fascinante, un verdadero tesoro de belleza, fuera del recorrido usual de visita de los Museos Vaticanos. 

Fuente de inspiración

El esplendor de Aglaia, la alegría de Eufrosina, la generosidad de Taglia, que dispensa prosperidad, dialogan en su suave abrazo: la danza de esta tríada inseparable ha atravesado la historia del arte y la literatura, convirtiéndose en fuente de inspiración para generaciones de pintores y escultores desde el siglo XV hasta nuestros días. Ahora, la exposición temporal de la escultura forma parte del itinerario expositivo de los Museos Vaticanos. La entrada es gratuita y el horarios de apertura son los mismos del museo. 

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