Desde antes de nacer, Gregorio Luke rondaba los escenarios y el arte. Hijo de la bailarina, coreógrafa y leyenda de la danza mexicana Gloria Contreras, ha dicho que de pequeño se crió, literalmente, en una bolsa de zapatillas de punta. Ahora se dedica a dar conferencias sobre arte en todo el mundo. 

En especial, conferencias de arte mexicano. “Yo quiero cumplir el sueño de los muralistas: llevar sus obras a todas partes”, dijo en entrevista con Notimex, antes de partir a España, a donde acudió para recibir la Medalla de Oro Mayte Spínola 2019, en el rubro de “Crítica de arte”. 

Desde hace más de una década, Gregorio Luke sólo se ocupa de preparar, organizar e impartir sus conferencias. Ya no tiene que repartir su tiempo entre diversas actividades: fue director del Museo de Arte Latinoamericano en Los Ángeles, lugar en donde actualmente vive, así como agregado cultural del consulado de México en dicha ciudad. 

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También se desempeñó como encargado del Instituto Cultural de México en Washington D.C. y fungió como primer secretario de la Embajada de México en la capital estadounidense. Como curador ha organizado exposiciones de artistas como Diego Rivera, Raúl Anguiano, Alfredo Zalce, Víctor Hugo Zayas, Antonio Sedano y Antonio López Sáenz. 

 “Desde hace más de 12 años me dedico por completo a estudiar y a hablar. Lo mío es la palabra hablada. Eso es lo que aporto: exponer ante muchas personas todo lo que amo. Curiosamente, la palabra hablada no es tan bien vista como la escrita. Si uno dice que es escritor, lo respetan. Pero no pasa lo mismo si uno dice que es un hablador”. 

Para Luke, un buen conferencista debe de tener, además de elocuencia, el apoyo de una narrativa visual. “Yo salgo a hablar sin notas. El otro día lo hice en Florencia, para abordar a Leonardo Da Vinci; es decir fue una charla de poder a poder. Ésa es mi vocación”.

En amasiato con una monja

En un principio, como conferencista, Gregorio Luke sólo abordaba la vida y obra de los artistas mexicanos, pero ha ido extendiendo las geografías de la creación y ahora habla también de Miguel Ángel, Van Gogh y Picasso; aunque México sigue siendo la base, la esencia y la razón de su carrera. 

Por eso, ahora que anda en España, no va solo… pues llega acompañado, como dijo a Notimex, “de Diego, María, Agustín y Sor Juana”. Y es que diferentes instituciones le solicitaron charlas sobre Diego Rivera, María Félix, Agustín Lara (quien este año cumple cinco décadas de haber fallecido) y Sor Juana Inés de la Cruz. 

“Yo de niño no quería ser artista. Porque sé lo que es la pobreza, la incertidumbre y el vivir en esa situación en la cual a veces hay trabajo y, otras veces no. Pero uno no puede huir de su propio destino. Así que aunque por mucho tiempo quise huir de las conferencias manteniendo trabajo estable, éstas se volvieron cada vez más importantes en mi vida”. 

Como una amante celosa que demanda tiempo, esta actividad se le fue volviendo una situación incluso peligrosa para su salud mental. “Cuando estoy estudiando a un personaje, me meto tanto en él que me pierdo. Es un conocimiento sensual, pasional y emocional que algunas veces me desborda”. 

Le ha ocurrido, por ejemplo, con Frida Kahlo y su dolor. Ha vivido la militancia de David Alfaro Siqueiros. En el caso de Sor Juana, confesó que durante unas vacaciones en Acapulco se encerró por una semana a leerla con tal intensidad que no dejó un solo momento la habitación.

Y concluyó: “Cuando lo cuento, nadie me cree que estuve metido toda una semana en un cuarto de hotel de Acapulco en amasiato con una monja. Pero así fue”.

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