México.- El poeta, editor y traductor Víctor Manuel Mendiola (Ciudad de México, 1954) presentará el próximo lunes 7 de octubre, en la Casa del Poeta Ramón López Velarde, una edición crítica bilingüe de Las Quimeras del poeta francés Gérard de Nerval (publicado por Mendiola bajo su sello Ediciones El Tucán de Virginia). Una semana antes de la presentación, accede a una entrevista con Notimex para hablar acerca del libro, de su editorial y de sus distintas preocupaciones poéticas.

Hacer libros

¿Cómo nació El Tucán de Virginia?

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El Tucán nació por una conversación entre Guillermo Samperio [Ciudad de México, 1948-2016] y yo. En esos años existían muchas editoriales, sobre todo pequeñas, pero que jugaron un papel muy importante en la difusión de la nueva literatura. La más significativa se llamaba La Máquina de Escribir [1977-1984]. En esa editorial, fundada por Federico Campbell, estaban ubicados los autores más importantes del momento: David Huerta, Alberto Blanco, Carmen Boullosa y varios más. Era una editorial muy sencilla, unos libros muy pequeños, pero muy buenos. En esa época, tanto Guillermo como yo teníamos libros que queríamos publicar, así que decidimos lanzar la nuestra. Sin embargo, no queríamos hacer plaquettes, nosotros queríamos hacer libros. Sencillos, económicos, pero muy bonitos.

Fue en el año de 1980 que Guillermo Samperio y Víctor Manuel Mendiola publicaron las primeras ediciones de El Tucán de Virginia: Manifiesto de amor de Samperio y Poemas de Mendiola. Este último siendo su primer libro de poesía con el cual obtendría, un año después, la beca del Centro Mexicano de Escritores bajo la tutela de Salvador Elizondo y Juan Rulfo. Más adelante nace en Mendiola la inquietud por la traducción.

¿Cómo surgió la idea de hacer publicaciones bilingües?

Un día un amigo mío llamado Guillermo Fernández, poeta y traductor, me comentó que tenía una traducción de Mario Luzi, y yo le propuse que la publicáramos. Luzi es uno de los grandes poetas de la segunda mitad del siglo pasado. Cuando me entregó esa traducción me empecé a mover y acabó siendo una publicación sumamente importante, porque fue la primer edición bilingüe que hicimos. Como estaba en dos idiomas, italiano y español, se me ocurrió que la colección se podía llamar “Los bífidos”. Desde ese entonces ésta ha sido el centro permanente de El Tucán de Virginia. Claro, el tiempo que estuvo Guillermo en la editorial también publicamos narrativa, pero ya después de su salida la editorial tomó la poesía como su centro de preocupación fundamental.

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