El conocido lingüista y analista político estadounidense de 91 años de edad, afirmaba hace unos días para DiEM25 TV, la televisión de Arizona que superaremos la crisis del coronavirus, pero que tenemos otras crisis más serias por delante.

Confinado, como todos, en su caso desde Arizona, no es que Chomsky reste gravedad a lo que estamos viviendo, pero nos recuerda que tenemos otros fuegos ardiendo que también son urgentes de solucionar: 

“El coronavirus es bastante serio, pero vale la pena recordar que se acercan dos amenazas mucho más grandes, mucho peores que cualquier cosa que haya sucedido en la historia de la humanidad: Una es la creciente amenaza de una guerra nuclear y la otra, por supuesto, es la creciente amenaza del calentamiento global. El coronavirus es horrible y puede tener consecuencias aterradoras, pero habrá recuperación. Mientras que los otros no se recuperarán, es un hecho definitivo”.

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El filósofo critica con dureza la diferencia entre la actitud de los países frenta a las muertes de miles de inmigrantes y refugiados en el Mediterráneo y la crisis del coronavirus, afirmando que Occidente está viviendo una crisis de civilización brutal:

“Uno de los elementos más irónicos de la crisis del virus de hoy en día es que Cuba está ayudando a Europa. Alemania no puede ayudar a Grecia, pero Cuba puede ayudar a los países europeos. En un mundo civilizado, los países ricos estarían dando ayuda a los necesitados, en lugar de estrangularlos. La crisis del coronavirus puede hacer que la gente piense en qué tipo de mundo queremos”.

Chomsky reafirma que el profundo fracaso del mercado y las políticas neoliberales que ya intensificaron los profundos problemas socioeconómicos son también las causas de esta crisis. “Se sabía desde hace tiempo, que las pandemias son muy probables de ocurrir y se entendía muy bien, que era probable que hubiera una pandemia de coronavirus con ligeras modificaciones de la epidemia de SARS. Podrían haber trabajado en vacunas, en el desarrollo de protección para posibles pandemias de coronavirus, y con pequeñas modificaciones podríamos tener vacunas disponibles hoy en día, pero la plaga neoliberal lo ha bloqueado”, explica.

“Esta crisis es el enésimo ejemplo del fracaso del mercado, al igual que lo es la amenaza de una catástrofe medioambiental. El gobierno y las multinacionales farmacéuticas saben desde hace años que existe una gran probabilidad de que se produzca una grave pandemia, pero como no es bueno para los beneficios prepararse para ello, no se ha hecho nada”, continúa el autor con dureza, convencido de que los beneficios económicos han primado sobre el bienestar social.

La “buena noticia” es que confía en que hay muchas formas de salir de esta crisis global que van desde blindar aún más los estados de una forma brutalmente autoritaria hasta la reconstrucción radical de la sociedad cae una forma mucho más humana que priorice las necesidades de las personas frente al beneficio privado, con lo que la crisis se podría convertir en una oportunidad para cambiar las cosas.

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“Existe la posibilidad de que la gente se organice, se comprometa, como muchos están haciendo, y consiga un mundo mucho mejor, que también se enfrente a los enormes problemas que estamos afrontando en el futuro, los problemas de la guerra nuclear, que está más cerca que nunca, y los problemas de las catástrofes ambientales de las que no hay recuperación una vez que hemos llegado a esa etapa, que no está lejos, a menos que actuemos con decisión”.

“El coronavirus debería llevarnos a la conciencia de los profundos defectos del mundo, las características profundas y disfuncionales de todo el sistema socioeconómico, que tiene que cambiar, si es que va a haber un futuro superviviente.

Así que esto podría ser una señal de advertencia y una lección para lidiar con ello hoy o evitar que explote.

Pero pensando en sus raíces y en cómo esas raíces van a conducir a más crisis, peores que ésta. Hay que encontrar otros caminos y continuar, y de hecho, extender y profundizar las actividades realizadas.

Se puede hacer. No será fácil, pero los humanos nos hemos enfrentado a problemas en el pasado”, concluye Chomsky.

Avram Noam Chomsky (Pensilvania, EE. UU., 1928) es un lingüista, filósofo, politólogo y activista estadounidense de origen judío. Es profesor emérito de lingüística en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y una de las figuras más destacadas de la lingüística del siglo XX, gracias a sus trabajos en teoría lingüística y ciencia cognitiva.

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