La precariedad en el sector de la cultura y las artes en México es una situación añeja que se recrudeció con la actual pandemia, al acentuar y hacer más evidente una serie de atrasos que experimentan los artistas y agentes culturales con respecto al reconocimiento de su trabajo y sus derechos laborales.

En ello coincidieron los participantes en el conversatorio Acciones frente a los problemas económicos, sociales y de salud de las y los creadores escénicos agudizadas por la contingencia, efectuado la tarde-noche del lunes en el quinto Congreso Nacional de Teatro.

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Con el tema Contingencia y retorno. Reescribiendo horizontes, este encuentro apoyado por la Coordinación Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) se realiza desde el 26 de septiembre y concluirá el 4 de octubre, en formato digital.

Nina Serratos, coordinadora nacional de Danza del INBAL; Evoe Sotelo, titular de Danza de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Mario Espinosa, director del Centro Universitario de Teatro de la máxima casa de estudios; y Jair García, representante del estado de Baja California, abordaron el tema durante dos horas.

Ex secretario técnico del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) en la administración de Vicente Fox, de 2000 a 2006, Mario Espinosa consideró que se reaccionó de manera tardía, y por lo mismo con premura y escasez de recursos, “ante la tremenda crisis” que vive el sector cultural del país debido a la emergencia sanitaria.

Observó problemas en los apoyos otorgados por el gobierno federal a la comunidad artística y cultural, pues a su parecer sólo resuelven la situación por el momento y debe actuarse con una mirada a mediano plazo, porque la pandemia tardará en ser superada.

“Si no pensamos a mediano plazo en las artes escénicas, profundizaremos aún mas la enorme crisis que tenemos”, aseguró el también director escénico y economista, para quien construir a mediano plazo significa crear nuevas condiciones para el desarrollo de la cultura y las artes.

“El modelo anterior está agotado, tuvo sus ventajas y sus horrores, y la pandemia no ha hecho más que llevarnos a una crisis crítica. Y si algo de bueno tiene esta crisis para nosotros es que nos permite un espacio en donde estas políticas pueden cambiarse de fondo”, aseguró.

Tras destacar que la actual administración cultural federal se ha dedicado a criticar muchas cosas de las políticas del pasado y no ha realizado propuestas con suficiente vigor ni claridad, Mario Espinosa detalló que hay tres frentes de acción para el diseño de esas políticas a mediano plazo, una de ellas es considerar a la cultura y las artes asunto de interés público.

Mario Espinosa evidenció un supuesto doble discurso del gobierno federal en cuanto al arte y la cultura: “El terreno del interés público es fundamental, porque se está diciendo que no somos accesorios, pero en los hechos lo somos y se nos castiga. Depende de nosotros, pero también de las instituciones, el cambiar esas perspectivas, que se traduce en hechos y en presupuestos, programas, planes”.

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