Conocido como “El Libertador”, Simón Bolivar fue un conquistador de territorios que encabezó la lucha por la independencia de América.

Bolívar viajó por Europa y en París tomó contacto con las ideas de la Revolución Francesa y conoció a Napoleón y a Humboldt.

Se sabe bien sobre sus logros, pero hay otra historia de la cual no se conoce del todo y es sobre su vida íntima, pues se dice que tenía muchas amantes.

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Simón Bolívar nació el 24 de julio de 1783 en Caracas. Fue huérfano a los nueve años y fue enviado a estudiar a Madrid en 1799 tras la muerte de su abuelo. En esta época conoció a una joven llamada María Teresa Rodríguez del Toro. Fue un romance casi instantáneo; se casaron en 1802 y volvieron a Caracas. Apenas ocho meses después, su esposa murió de fiebre.

Tras este incidente, Bolívar se estableció en París, descubrió a los autores de La Ilustración como Rousseau, Montesquieu, o Locke. En esta etapa conoció a la aristócrata francesa Fanny Du Villars. Nunca fue claro si mantenían relación de parentesco, habían rumores que eran primos.

Fue hasta 1806 cuando Bolivar regresó a América del Sur para embarcarse completamente en el proceso de independencia. Más allá del campo de batalla y las cuestiones políticas, el Libertador siempre estaba acompañado de una mujer a la que previamente había seducido con sus encantos de galán educado y trato elegante, como relata Eduardo Lozano Torres en Bolívar, mujeriego empedernido.

Entre su lista de amantes, destacan ya sea por su poder, los eventos a los que asistieron o la duración de la relación. Josefina Machado, por ejemplo, una venezolana de la clase alta, lo recibió en agosto de 1813 cuando entró de forma triunfal en Caracas. Intimaron prácticamente a primera vista y comenzaron un romance prolongado.

En 1814, los enemigos de la independencia iniciaron un violento contraataque que obligó a Bolívar y a Pepa Machado a distanciarse. No se reencontrarían hasta 1816. Varios días se tuvo que retrasar la misión por culpa de los enamorados, primero esperando la llegada de Pepa, que se había exiliado en la isla de Saint Thomas, y luego por la necesidad de recuperar toda la pasión perdida. informa El Español.

Pero el amor hacia Pepa iría perdiendo intensidad en los años posteriores y Bolívar se vio empujado a buscar otra mujer. Manuela Sáenz, Manuelita, fue la amante que más huella dejó en el libertador, con la que más tiempo estuvo. Le escribió cartas tales como estas: “Todo es amor en ti. Yo también me ocupo de esta ardiente fiebre que nos devora como a dos niños”. Compartieron cama e ideales, pero si Manuelita es la más conocida es porque le salvó la vida, literalmente, al Libertador. Y eso que en una ocasión, al sacudir las sábanas, encontró un pendiente de otra mujer.

En una noche de 1828 en Bogotá, la mujer frustró un intento de asesinato contra su amante interponiéndose entre los asesinos y su objetivo. Bolívar se salvó saltando por una ventana y, debido al valeroso carácter de su querida, comenzó a llamarla “la libertadora del Libertador”. El líder  acabó perseguido por sus enemigos, debilitado por sus ansias de poder. Simón Bolívar murió en Santa Marta el 17 de diciembre de 1830.

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