El 2 de diciembre de 1998 la UNESCO expidió la declaratoria que califica a la Ciudad de Tlacotalpan como Patrimonio Cultural de la Humanidad en consideración a su historia como puerto fluvial virreinal de la Cuenca del Caribe y por su valor arquitectónico. Situada junto al río Papaloapan a 90 kilómetros del puerto de Veracruz, la población se viste de gala cada día 2 de febrero para celebrar a la Virgen de La Candelaria.

Fundada en 1550 por los totonacas, la relevancia de Tlacotalpan (que significa tierra entre las aguas) comenzó en la segunda mitad del siglo XIX, cuando la pequeña villa de hacendados y ganaderos de origen español se convirtió en destacado lugar para los negocios y el comercio a través de la vía fluvial que le comunicaba con Alvarado y Veracruz. Este municipio albergó a la primera escuela náutica que creó el presidente Guadalupe Victoria, antes de trasladarla a la actual sede en la costa de Alvarado. 

Las primeras actividades productivas de las haciendas de la zona fueron el cultivo de algodón, tabaco, caña de azúcar (allí se estableció el primer trapiche de México), elaboración de aguardiente, ganadería, venta de madera de cedro y caoba que transportaban por el río en una incipiente industria de navegación mercantil y de pasajeros, utilizando barcazas y canoas hasta de veinte metros de eslora.  

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Tlacotalpan después se convirtió en puerto de altura y a sus muelles llegaban barcos de vapor que viajaban entre los puertos de Tlacotalpan, Alvarado, Veracruz, La Habana, Nueva Orleans y Burdeos llevando mercancías de la región. Entre las naves famosas que atracaron allí se encuentra el buque Libertad, el cual estuvo implicado en la cruenta lucha por el poder entre los lerdistas y Porfirio Díaz.

La actividad cultural decimonónica comenzó con la presentación de numerosas obras de teatro y estrenos de la cartelera de la ciudad de México, incluso con la presencia de las estrellas internacionales que llegaban en esa época, muchas de ellas dese Italia. 

Durante su apogeo productivo y comercial, Tlacotalpan estaba considerada dentro de las cinco ciudades más importantes del estado, después de Veracruz, Orizaba, Xalapa y Córdoba. El declive como puerto comenzó con el desarrollo del ferrocarril interoceánico y la creación de nuevos circuitos mercantiles que llevaron la vía del tren hasta Acayucan y Coatzacoalcos.

La ciudad se estableció sobre 75 hectáreas planas ubicadas a pocos centímetros sobre el nivel del río, por lo que el asentamiento sufre frecuentemente severas inundaciones en las épocas de lluvias en el verano.

Sus casas con fachadas de colores llamativos, su traza urbana y el patrimonio artístico de sus edificaciones hacen destacar los siguientes inmuebles de valor histórico y cultural: el teatro Netzahualcóyotl, el Mercado Municipal Teodoro A. Dehesa, la Plaza de Armas, la Plaza Zaragoza, Plaza Hidalgo, la Iglesia de San Cristóbal, Iglesia de San Miguel Arcángel, la Capilla de Nuestra Señora de La Candelaria, la Plazuela Agustín Lara y la Casa de Cultura. En la Casa Artesanal “Rafaela Murillo” se pueden adquirir artesanías y muebles de madera, así como ropa con “rejillado” y finos tejidos.

Uno de los edificios más importantes es el del teatro, que en algunas épocas fue utilizado como cine y salón de bailes de carnaval. En los años cincuenta del siglo pasado se restauró completamente y en la función de reapertura se presentó la Orquesta Sinfónica de Xalapa con su director fundador José Yves Limantour. En el año de 1992 el gobierno del estado llevó a cabo el remozamiento y pintura de vialidades, parques y edificaciones.

En la comida típica de Tlacotalpan destaca la cocina de mariscos con influencia caribeña, que se degusta admirando el paisaje del río, saboreando los toritos de cacahuate y las empanadas de guayaba y otros postres deliciosos. Las fiestas de La Candelaria se realizan durante los últimos días de enero y los primeros de febrero. La imagen de la virgen se pasea por las calles escoltada por una gran cabalgata donde hombres y mujeres visten atuendos jarochos y se cantan décimas con música regional de arpas y jaranas.

El municipio ha dado brillantes personalidades como Juan de la Luz Enríquez, Francisco Lagos Cházaro, Cayetano Rodríguez Beltrán, Gonzalo Aguirre Beltrán. En las artes destacan el retratista Salvador Ferrando y los poetas Josefa Murillo e Ignacio Miguel Luchichi.

Josefa Murillo fue autodidacta y murió muy joven por enfermedad, pero su poesía logró llegar a varios países. Luchichí se refirió a ella de esta manera: “Pepilla era morena y hermosa y sin embargo no tenía entonces más que un novio que le hacía versos: el Papaloapan”.

De la producción de este autor (1859-1918) es el poema “Versos” que describe magistralmente a su tierra natal y que fue musicalizado recientemente por Franco González y Los Tres de Coatepec: “Tú has visto al Papaloapan brillar entre las flores/ como una blanca cinta de raso puesta al sol/ tú sabes cómo vuelven del mar los pescadores/ cuando la tarde pliega sus redes de colores/ y suena en la capilla el toque de oración”. 

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