Todos los miembros de la sociedad maya usaban el cacao en su vida diaria y no solo la realeza, tal y como se creía hasta ahora, según un artículo publicado este lunes en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.

Un grupo de arqueólogos decidió analizar 54 fragmentos de cerámica datados del 600 al 900 d. C. pertenecientes a frascos, cuencos para mezclar, platos para servir y jarrones que se cree que eran recipientes para beber.

Las piezas fueron halladas en áreas civiles residenciales y ceremoniales de diversos tamaños y estatus en los centros urbanos, laderas, tierras altas y el valle alrededor de la antigua ciudad maya de El Pilar, ubicada en el territorio que hoy en día es la frontera entre Guatemala y Belice.

Anuncios

Te puede interesar: Encuentran el registro más antiguo del mundo de uso de opio 

Los investigadores buscaron un compuesto denominado teofilina, que se encuentra en pequeñas cantidades en la planta, para detectar la presencia de cacao. Descubrieron que más de la mitad de las muestras examinadas lo contenían, independientemente del tipo de cerámica o el contexto social en el que se hubiera encontrado.

Un preciado producto

“Durante mucho tiempo se pensaba que el cacao para los mayas era exclusivo de la élite”, explicó Anabel Ford, arqueóloga de la Universidad de California en Santa Bárbara y autora principal del estudio. “Ahora sabemos que este no es el caso. Beber cacao era un lujo accesible para todos. La importancia es que era un requisito de los rituales asociados con él”, añadió.

El cacao, planta de la que proviene el chocolate, era un elemento sagrado para esta antigua cultura de Mesoamérica, que lo consumía en rituales y lo usaba como moneda. El árbol del cacao estaba relacionado con Hun Hunahpu, el dios maya del maíz. Investigaciones anteriores encontraron cacao en vasijas ceremoniales y entierros de élite, lo que sugirió que su uso estaba restringido a las clases altas.

Ahora, Ford y sus colegas tienen la intención de llevar a cabo una investigación para tratar de arrojar luz sobre quiénes se dedicaban al cultivo del cacao en la sociedad maya, ya que esas personas probablemente tenían un mayor acceso a ese preciado producto.

Publicidad