Hay huellas imborrables como la de Javier Aguirre, quien no se cansa de sorprender al mundo. El técnico mexicano regaló otro momento de alegría cuando venció al Real Madrid 1 a 0 con su modesto Mallorca. El estratega mexicano se ha convertido en un ícono del fútbol europeo, pero en la Liga MX la realidad es otra, sufrió y bastante. Hasta amenazado salió.

Al Mallorca lo ha encaminado a puestos lejanos al descenso y hasta ilusiona con meterlos a una competición europea por primera vez desde la temporada 2003-2004. La Europa League fue la última experiencia continental de la institución.

Te puede interesar: 2-3. Ceballos guía al Real Madrid a cuartos con una remontada

Anuncios

 El Estadio Son Moix fue testigo de cómo el flamante campeón de Europa no pudo dañar al equipo dirigido por el Vasco Aguirre; Mallorca le propinó una dolorosa derrota al Madrid, que ve el título de La Liga a distancias más lejanas. Hay que darle mérito a los jugadores y al planteamiento táctico, sin esa sinergia no habría sido posible.

El conjunto plagado de estrellas fue dominante, como era de esperarse. Tuvieron 74% de posesión y 20 remates, aunque solo 1 al arco. Para triunfar, los pupilos de Javier fueron resistentes y efectivos: un tiro a puerta, un gol.

Mientras el Real Madrid deja de competir, los bermellones están sin preocupaciones por el descenso. Esa realidad con la que Javier Aguirre se encontró cuando llegó al club en la temporada pasada hoy es solo un mal recuerdo. En 2022 logró la salvación en la última jornada contra el Osasuna; ahora están a mitad de tabla, a 9 puntos de la zona roja y a tan solo 3 de clasificarse a la Europa League.

Ahora todo es alegría, pero cuando regresó a México a dirigir —después de su primer andar en Europa— no le fue nada bien. Arribó a Rayados en 2020 para hacerse cargo de una de las plantillas más importantes de México, y no cosechó más que una Liga de Campeones Concacaf, el fracaso consecutivo en el torneo de liga y un decepcionante papel en el mundial de Clubes (quinto lugar).

Javier Vasco Aguirre fue un incomprendido en México, la afición regia se cansó de él y hasta le mandaron fuertes amenazas, como poner su figuras de cabeza en hieleras. Se terminó despidiendo a inicios de 2022 sin la oportunidad de darle continuidad a su proyecto. Él se fue y Monterrey sigue sin ganar trofeos.

Sí, Aguirre no rindió como se esperaba, no supo explotar a un equipo contendiente y la paciencia en la Liga MX es tan mínima tuvo que decir adiós por “la puerta de atrás”. No son las formas de tratar a uno de los mejores técnicos que ha dado México. El cariño que no recibió en tierras nacionales lo tiene en equipos como el Leganés, Osasuna, Espanyol y muy seguramente Mallorca, lo recuerdan con cariño.

El timonel nacido en la Ciudad de México jamás se asume como algo que no es, y lo dejó claro después de su triunfo sobre el combinado blanco: ni él ni sus jugadores pueden perder el piso.

“Hay que ser humildes en la victoria y la derrota. No podemos desviarnos y creernos algo que no somos. Vamos caminando al futuro y no seré yo quien frene la euforia de la gente y del vestuario, pero con tranquilidad porque ningún equipo se ha salvado con 28 puntos”, afirmó el Vasco en conferencia de prensa.

Esa misma humildad es la que le quiere traspasar a sus futbolistas, quienes deben tener el ánimo por los cielos después de vencer a uno de los mejores planteles del mundo. Mientras en España trabaja con jugadores resilientes, en Rayados de Monterrey tenía a los que se creen estrellas y están a años luz de serlo.

Pablo Maffeo es un ejemplo perfecto. Él se encargó de anular por completo a Vinicius Junior, hay figuras de la élite que sucumben en el intento. Las gradas reconocieron al lateral derecho pero este quería vanagloriarse aún más, por lo que pidió su cambio al final del partido para recibir la ovación; Aguirre se negó pues lo importante siempre es lo que ocurre en la cancha y no fuera de ella.

“Le he pedido lo de siempre, ni más ni menos, no le he pedido nada especial. Es verdad que me pidió el cambio en los últimos minutos pero le dije que siguiera hasta el final. Le conozco y quería el aplauso de la grada”, aseveró el mexicano a los medios.

En España lo aplauden y en México no se cansaron de abuchearlo. El caso de el Vasco es una clara muestra de que los contextos importan, pero también expone hay estrategas que merecen un poco más de paciencia para demostrar todo su valor.

Javier se ha consolidado como uno de los mejores directores técnicos que ha dado México, y si alguien no lo cree así que le pregunten a los clubes que ha salvado de perder la categoría.

En Rayados no funcionó debido a la impaciencia que impera en la Liga MX, esta orilló a la directiva regia a deshacerse de uno de los mejores técnicos en la historia nacional. Quizá en un proyecto a largo plazo habría podido comandar al equipo a ganar lo que se esperaba. El mismo Vasco reconoció sus capacidades y aseguró que pudo haber revertido la situación.

“Tengo años en esto, siento que tengo fuerza para revertirlo, que tengo plantel para hacerlo…Yo me siento fuerte, siento que el equipo está conmigo, siento que entrenamos bien, siento que trabajamos…”, apuntó momentos antes de haber sido cesado como técnico de Monterrey en 2022.

Desde ese momento La Pandilla ha probado suerte con Víctor Manuel Vucetich, pero tampoco han llegado los éxitos. Durante su gestión fueron eliminados en el repechaje del Clausura 2022 y cayeron en las semifinales del Apertura 2022. Se despidieron de Aguirre esperando títulos y no los han conseguido con Vuce, el problema nunca fue él. Ahora se encuentra deslumbrando a los ojos de Europa gracias a su trabajo con el modesto pero resistente Mallorca.

Publicidad