Las peleas dentro del octágono son la especialidad de Tatiana Suárez, pero también ha tenido que enfrentar otras fuera de este, por ejemplo, la pérdida de unos Juegos Olímpicos por lesiones, o el mismo cáncer. Sin importar los obstáculos, ha sabido salir airosa de las adversidades.

Tatiana Yadira Suarez Padilla es una peleadora de la UFC de 31 años. Nació en California, Estados Unidos pero sus padres son mexicanos, las raíces han estado lejos pero no las ha olvidado, incluso ha planteado la posibilidad de pelear en México en algún momento.

Todo su desarrollo lo ha tenido en Norteamérica, y allí ha sabido ser exitosa. Comenzó a luchar cuando apenas tenía 4 años de edad. Después, en la escuela se unió a los equipos de lucha, y su fuerza la hacía medirse contra niños, a pesar de los estigmas que existieron.

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“Las chicas no luchan”, eran las palabras que Suárez escuchó una y otra vez, el tenis o la gimnasia eran deportes más “adecuados” a su género, esto según la gente que no la quería ver cumplir sus sueños. No le importó y desde corta edad se encargó de demostrar que en efecto, una mujer podía pelear y sobre todo, triunfar.

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Para Tatiana Suárez la pasión es un elemento que la vincula a la cultura hispana. “Todos dicen que la mujer latina es ardiente, muy loca. Yo diría que somos apasionadas y muy intensas en lo que hacemos. Tenemos gran energía y somos entusiastas”, puntualizó en entrevista con UFC.

La madre de Tatiana, Lisa, es la muestra más clara de esa convicción con la que cuentan las mujeres latinas. En palabras de la peleadora, su mamá hizo sacrificios con ta de brindar total apoyo a ella y sus tres hermanos.

“Crecí en una comunidad de bajos recursos. Mi mamá nos crió sola; ella siempre nos puso antes que a ella. Nunca vivimos en una casa bonita porque mi mamá tenía que pagar por cuatro hijos y apoyarlos en hacer deportes. Le importaba más nuestro éxito que el tener una casa bonita o cosas buenas”, aseguró para Hoy Deportes.

Esa pasión ha sido una característica que podría definir cómo ha sido su carrera. El trayecto no ha sido sencillo, se ha enfrentado a múltiples obstáculos y siempre se le ha visto la disposición por superarlos.

Del mismo modo, algo que disfruta de sus raíces latinas es la gastronomía. La peleadora aseguró que la mejor comida en Los Ángeles son los tacos en carritos, pues son un platillo realmente auténtico.

Desde etapas escolares tuvo que combatir con varones y no con mujeres. Su poder era tal que ganó un título con Northview High School perteneciendo al equipo de hombres.

El éxito llegó pronto y su relevancia igual. Participó en el Campeonato Mundial de Tokio (2008) y en el Campeonato Mundial de Moscú (2011) representando a Estados Unidos y triunfó, en ambos mundiales se llevó la medalla de bronce: llegó a ser considerada la mejor en los 55 kilos en el país de las barras y las estrellas.

La pelea más importante

Durante su preparación para los Juegos Olímpicos de Londres sufrió una lesión en el cuello. Se hizo los estudios pertinentes para tratarla, pero en los exámenes, los médicos notaron que tenía un crecimiento canceroso en las glándulas tiroides.

Cuando el cáncer se asomó a su vida hubo miedo e incertidumbre, qué otra cosa podía sentir una joven de 20 años. Pero gracias las ganas de salir de la adversidad acompañadas de terapias con radiación y cirugía pudo superar la enfermedad y su lesión; eso sí, las olimpiadas y su sueño de una medalla de oro se habían marchado.

Su madre siempre tuvo fe en que podría ganar la batalla, y confío en que la causa divina fue la que evitó su ida a los Juegos Olímpicos.

“Cáncer es una palabra muy grande. Definitivamente nos puso de rodillas, pero tuvimos fuerza. En nuestra casa siempre decimos que las cosas pasan por algo. Dios no te da cosas que no puedes aguantar. No puedes nada más estar abajo, sin levantarte”, aseveró su madre, Lisa Padilla, en entrevista con el medio HOY Deportes.

Por su parte, Tatiana apuntó que una causa divina fue quien la privó, pero que al mismo tiempo le brindó otra oportunidad. “Creo que el no ir a las Olimpiadas fue algo que Dios me quitó, pero con esto me dio algo nuevo, un sueño nuevo”, apuntó la peleadora en la misma entrevista.

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