Cuestionado sobre una presunta investigación en Estados Unidos en contra del expresidente Enrique Peña Nieto, por un posible soborno en la compra-venta de Fertinal, operación realizada por Petróleos Mexicanos en 2015, el presidente Andrés Manuel López Obrador aclaró que no tiene información sobre esa indagatoria.

“No. Lo que existe es la denuncia que se presentó ante la Fiscalía General de la República y las órdenes de aprehensión que dictó la Fiscalía para quienes están involucrados en este asunto”, aclaró.

A la par que se analiza qué procederá con la inversión millonaria en una planta chatarra, el primer mandatario señaló que antes se debe desahogar el asunto jurídico.

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“Por eso se hizo, no es que es que  incumplimimos con el compromiso de no llevar a cabo a a ninguna acción judicial, es ya estaba en proceso. Son denuncias que ya se habían presentado y si nosotros nos quedamos callados íbamos a ser cómplices, encubridores y eso no. Lo que salga, que salga”, sentenció el Jefe del Ejecutivo.

—“La compra seguramente pasó por las manos del expresidente Enrique Peña Nieto”, le insisten.

—“No sabemos, pero está abierta la investigación”, respondió, pero apuntó que “es muy difícil que el presidente de la República no se entere de un negocio de esa magnitud (…) No, como tampoco Calderón en otros asuntos o Salinas, el padre de la desigualdad moderna. Entonces, si a esas vamos, pues vamos a preguntarle a la gente”, enfatizó, al recordar que su apuesta es ver hacia adelante y poner “punto final” a delitos de esta magnitud.

En el caso de Fertinal, el primer mandatario explicó que en pasadas administraciones se decidió comprar esta planta de fertilizantes. “Primero se suponía que había que privatizar trasladar los bienes públicos a particulares y eso lo llevaron a la práctica y se entregaron bienes del Pueblo de la nación a particulares.

“La privatizan, y luego la compran, se estatiza, porque estaba de por medio el negocio, la planta la privatizan,  por alguna razón deja de operar muchos años“, agregó.

“Se decide comprar la planta que estaba en desuso y se pagan cerca de 400 millones de dólares. Desde que se compra, se cometen regularidades porque ahí si los consejeros de Pemex no dijeron nada —solo una denuncia que se archivó, de un funcionario— y luego en el Congreso sí, se hicieron auditorías, además de la compra se otorga un crédito para hacer la planta, porque la planta antigua ya no pudo repararse pues eran fierros viejos” detalló .

“Dicen que cuando quisieron vender la planta a una empresa extranjera, su diagnóstico fue de que había que venderla pero como chatarra; se hace de nuevo la planta y se destinan otros 400 millones de dólares más. El caso es que hay una deuda de cerca del 1000 millones de dólares y la deuda fue financiada por la banca de desarrollo”, remarcó el primer mandatario mexicano.

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