Conocer una Semana Santa en Naolinco significa adentrarse en las festividades religiosas de una de las poblaciones que desde la época prehispánica ha podido conservar su importancia histórica, sus tradiciones y su riqueza arquitectónica colonial.

La representación de La Pasión de Cristo es una procesión en la que participan los naolinqueños y numerosos visitantes de la región y que inicia en el Templo de San Mateo Apóstol para terminar en el Valle de Las Bringas. En esta época, la ciudad se llena de turistas, como también ocurre en la temporada de Todos los Santos en noviembre y en la fiesta patronal de San Mateo en el mes de septiembre. En el mes de octubre se celebra a San Crispín, el patrono de los zapateros, quizá la actividad económica que mayores ingresos proporciona a la comunidad.

Los días de conmemoraciones religiosas están llenos de fervor católico, de danzas, de gastronomía y dulces típicos, artesanías y venta de calzado, chamarras y bolsas de piel que se fabrican a mano.

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Naolinco proviene de vocablos náhuatl que significan “las cuatro estaciones del año” o “lugar consagrado al sol”. Durante la etapa insurgente, Guadalupe Victoria establece en esa zona un cuartel general y su guerrilla opera en toda la región desde Misantla hasta Huatusco. En 1910 la villa recibe la categoría de Ciudad, con la denominación de Naolinco de Victoria, en honor del general Guadalupe Victoria, luchador de la Independencia y primer presidente de México.

Naolinco de Victoria, Veracruz; México.

Es un lugar donde puede encontrarse una gran variedad de artesanías, entre ellas diversos artículos de talabartería fina (zapatos, botas, chamarras, bolsas, cinturones e implementos de piel); alfarería de barro blanco (tinajas, caxcoyos, juguetería, nacimientos, macetas, alcancías, cántaros y campanitas elaborados en San Miguel Aguasuelos); máscaras de madera, relojes de mascaritas, personajes de la danza de “Moros y Cristianos”, así como una gran variedad de muebles de cedro y herrería colonial y moderna.

Su gastronomía es rica en platillos como el mole, los chiles rellenos, patitas en escabeche, chicharrones, cecinas y carnes asadas, embutidos, tamales de varias presentaciones y contenidos, dulces típicos, manjares, galletas, polvorones, así como ricos preparados de infusiones, como vino de mora, de berenjena, de guayaba, naranja, anís y uva.

Naolinco se ubica a 30 kilómetros de la capital del estado, justo en el borde de la Cañada del Río Actopan, junto a la enorme cascada del río Naolinco, con altura de 80 metros, donde existe un enorme mirador de dos cascadas, conocido como El Balcón de la Muerte, desde el cual se aprecia un imponente paisaje en tonalidades verdes, el cerro de Macuiltepec en Xalapa y a las cinco de la tarde la majestuosa puesta del sol.

Para visitar Naolinco, se transita la recién asfaltada carretera Xalapa-Misantla. Vistas espectaculares, cañadas y cerros visten el trayecto hasta el sitio en que hace más de quinientos años los totonacas y aztecas utilizaron para observar el sol.

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