La estrategia de seguridad que pondrá en marcha el futuro Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador podría desplazar a los gobernadores.

El plan presentado ayer confirma que los mandatarios estatales participarán en las reuniones de coordinación en calidad de “invitados”.

Los nuevos Consejos Estatales se reunirán diariamente, a primera hora, para compartir información y tomar acuerdos.

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Se ha dado a conocer que esas instancias estarán integradas por el coordinador del Gobierno federal en la entidad, un representante de la Fiscalía General de la República y el comandante de la zona militar o naval.

“Se invitará al gobernador, al secretario de Seguridad y al fiscal estatales, así como a un representante de la Comisión de Derechos Humanos al presidente del Tribunal de Justicia de la entidad y a integrantes de la sociedad civil”, refiere el Plan de Paz y Seguridad.

En meses anteriores, diversos medios difundieron que los superdelegados designados por el futuro mandatario se coordinarían con el Ejército, la Marina, la Policía Federal, la Secretaría de Gobernación y los representantes de la Fiscalía General de la República para las tareas de seguridad.

Luego de la elección, López Obrador informó a su equipo que los delegados entregarán un parte diario, a primera hora, sobre los hechos violentos y los problemas de inseguridad que se registre en cada entidad del País.

Sin embargo, Alfonso Durazo, próximo secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, dijo  que los gobernadores participarán en las reuniones, tendrán el control de la seguridad en sus estados y serán responsables de las determinaciones que colegiadamente ahí se tomen. En caso de que los gobernadores no asistan a alguna de esas reuniones la responsabilidad recaerá en los superdelegados.

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