Grupo Financiero Banorte, que opera al mayor banco en manos de inversionistas mexicanos, dijo este viernes que decidió no continuar en el proceso de compra de Banamex, empresa del gigante estadounidense Citigroup.

La decisión del grupo financiero fue informada a través de un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.

Banamex es la tercera entidad privada más grande del mercado nacional después de los españoles BBVA y Santander, y por delante de Banorte, cuyo presidente es el empresario Carlos Hank González, y entre uno de sus propietarios destaca Juan Antonio González Moreno, quien es presidente de Gruma, compañía de alimentos que comercializa la marca Maseca.

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“Me buscó ayer el director, el presidente del Consejo, Carlos Hank González, que quería hablar conmigo, quedamos que terminando la conferencia. Me buscó ayer en la tarde noche, ya no pude comunicarme con él, pero seguro es para eso (retiro de oferta de Banorte por Banamex), entonces quedan tres (postores), cuando menos.

“Los tres son muy buenos, los que quedan, como también Banorte es una institución bancaria responsable y Carlos Hank González, igual que su abuelo, porque es nieto del maestro Hank y de don Roberto González”, refirió esta mañana el Presidente Andrés Manuel López Obrador en conferencia.

“GFNorte reitera al público inversionista que continuará siguiendo las mejores prácticas corporativas internacionales en materia de Gobierno Corporativo y revelación de información”, informó Banorte en un comunicado emitido a la Bolsa Mexicana de Valores.

¿Quiénes quedan en la puja por Banamex?

* Grupo Financiero Inbursa, de Carlos Slim.

* El magnate minero Germán Larrea, director de Grupo México.

* Grupo Financiero Mifel, que dirige Daniel Becker, actual presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).

Slim, con un patrimonio neto de 73 mil 500 millones de dólares, y Larrea, quien junto con su familia tiene alrededor de 24 mil 300 millones, son las dos personas más ricas de América Latina.

Citigroup, con sede en Nueva York, lanzó a la venta de su unidad minorista Banamex a principios de año luego de que su participación en los depósitos mexicanos cayera casi un 10 por ciento en las dos décadas desde la compra del Banco Nacional de México en 2001.

Ahora, 10 meses después del anuncio de venta, diversos actores del sector coinciden en un punto: el Presidente Andrés Manuel López Obrador está haciendo muy difícil para Citigroup conseguir un precio siquiera vagamente cerca de los 12 mil 500 millones de dólares que pagó por el banco hace dos décadas.

Aunque el Gobierno no tiene participación en el banco, AMLO ha expresado públicamente una serie de exigencias sobre el posible comprador: desde una prohibición de despidos hasta una preferencia por un comprador local, en lugar de uno extranjero, además de la necesidad de preservar una colección de arte de importancia histórica que posee Banamex.

A mediados de septiembre, Citi informó que espera desprenderse de Banamex  a través de una venta o una oferta pública inicial (OPI) que podría ocurrir el próximo año.

“Vamos a asegurarnos de obtener el mejor valor para ello a través de una venta o a través de una salida alternativa, una oferta pública inicial o lo que sea necesario”, dijo el director financiero de la entidad, Mark Mason, en una conferencia de inversionistas de Barclays.

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