Una recesión a principios de 2024, apenas en el radar hace solo unos meses, ahora está cerca de una probabilidad de tres en cuatro, según las últimas estimaciones de Bloomberg Economics.

El miércoles, la Fed entregó su mayor aumento de tasas de interés en casi tres décadas, ya que lleva la lucha contra la inflación a toda marcha. Cuando los banqueros centrales se esfuerzan tanto por desacelerar la economía, a menudo terminan inclinándola completamente hacia atrás.

Los inversores se apresuran a apostar por ese tipo de mal resultado, lo que hace que las acciones y los bonos se desplomen. Los hogares estadounidenses, que ven cómo se reducen sus fondos de jubilación a medida que aumentan sus facturas de comestibles y servicios públicos, dicen que se sienten más pesimistas acerca de la economía que nunca en más de cuatro décadas.

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Todo esto, vale la pena señalar, está sucediendo en un momento en que los consumidores estadounidenses todavía tienen mucho dinero en efectivo y las tasas de desempleo están cerca de mínimos históricos. El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo el miércoles que “no hay señales” de una desaceleración más amplia. Las propias proyecciones de la Fed, y otras destacadas por la administración, sugieren que una recesión sigue siendo poco probable, lo que muestra cómo los diferentes modelos económicos pueden producir una amplia gama de resultados.

Aún así, el estado de ánimo se ha agriado a un ritmo alarmante, poniendo a Biden en riesgo de unirse a un club poco envidiado. Desde Jimmy Carter hasta George HW Bush y Donald Trump, los presidentes de Estados Unidos de un mandato del último medio siglo vieron sus esperanzas de reelección fatalmente dañadas por los efectos persistentes de una recesión.

Esa perspectiva ya está causando confusión en el campo de Biden, antes de las cruciales elecciones de mitad de período en noviembre, cuando sus demócratas deben defender una pequeña mayoría en el Congreso, o arriesgarse a perder la capacidad que tienen para aprobar leyes, incluidas medidas para levantar la economía si se desploma.

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