El Centro de Estudios Económicos del Sector Privados (CEESP) afirmó que la sequía que sufren diversas regiones del país y una disrupción en el mercado de los fertilizantes impiden que el plan del presidente Andrés Manuel López Obrador contra la inflación detenga con eficacia el alza de precios de los alimentos de la canasta básica.
“Si bien es posible que el Plan Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) ha servido para mitigar el aumento de precios de algunos productos en particular, no ha logrado suavizar la inflación vista desde una perspectiva más general”, señaló el órgano asesor en materia económica del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y de empresas de primer nivel en México.
Mientras que el índice nacional de precios al consumidor (INPC) general aumentó 0.39% en la segunda quincena de junio de 2022, el índice PACIC subió 0.86%, detalló la institución encargada de elaborar el análisis e investigación de la coyuntura económica en México. En su comparación interanual, el INPC aumentó 8.1% y el PACIC, 14.2%.
“El impacto de las medidas propuestas sobre la inflación ha sido limitado en el mejor de los casos y las medidas orientadas a la reducción de los costos han sido insuficientes para reducir las presiones sobre los precios, que en buena medida vienen del exterior”, comentó el centro lde investigación, que es referencia para la toma de decisiones del sector empresarial.
Ante la resistencia de la inflación a disminuir, añadió, surge la preocupación de que las autoridades amplíen los productos contemplados en el PACIC, recurriendo tarde o temprano a medidas más rígidas incluyendo controles oficiales a los precios de productos básicos.
“El sector privado ha asumido parte del incremento de los costos de producción que provienen del exterior principalmente. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo y los precios de los insumos importados no ceden, se torna difícil mantener los precios de los productos”, manifestó el CEESP.
El 4 de mayo pasado, el presidente de la República anunció el Plan Contra la Inflación y la Carestía con el objetivo de estabilizar el precio de 24 productos específicos de la canasta básica medida por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
El anuncio se dio cuando la economía comenzaba a sufrir una inflación elevada y bajo crecimiento y la idea es evitar o mitigar las consecuencias sobre el poder de compra de las familias de menores ingresos y nuevos obstáculos a la reactivación económica.
La estrategia del PACIC se apoya en 16 medidas que buscan incrementar la oferta de alimentos, reducir los costos y facilitar el comercio exterior eliminando aranceles, además de otras acciones, como la participación privada para mantener los precios de diversos productos y servicios.
“Una buena parte del impulso de la inflación viene del sector agroalimentario, que enfrenta incrementos importantes en los costos de sus insumos provenientes de aumentos de precios internacionales de materias primas y productos”, apuntó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privados.
El precio de los fertilizantes, que fue uno de los puntos específicos de la estrategia del PACIC, ha aumentado 180%, resultado en buena medida del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, añadió.
“Este aumento es disruptivo internamente, ya que México importa dos terceras partes de su consumo de fertilizantes”, indicó el Centro.
Agregó que también han subido sustancialmente, aunque en menor proporción, los precios internacionales de plaguicidas y herbicidas —utilizados por alrededor de la mitad de los productores nacionales—, insumos metálicos y fletes marítimos y terrestres, detalló.
A los efectos del exterior se suman otras presiones de costos en el país, como las sequías atípicas y otras presiones por decisiones políticas, como las restricciones al uso del glifosato y de semillas genéticamente modificados, así como la ausencia de la banca de desarrollo para ayudar a la situación.
“Más allá de los productos específicos considerados en el PACIC la inflación general en junio se elevó a 8% anual, impulsada principalmente por el incremento de 11.8% en los precios de alimentos, bebidas y tabaco, por el lado subyacente, y del aumento de 7% en los precios agropecuarios por el lado no subyacente. En conjunto, ambos generaron poco más de la mitad del total de la inflación”, apuntó el CEESP.
