La región de Latinoamérica y el Caribe puede evitar otra “década perdida” como la de los años 1980 a pesar del fuerte impacto del covid-19, aseguró el miércoles el presidente del Banco Mundial, David Malpass, y ofreció algunas pistas.
“Otra década perdida es evitable, especialmente dadas las capacidades energéticas, el turismo y la biodiversidad de la región. Algunas de las mayores ganancias en prosperidad se han producido como consecuencia de crisis”, dijo.
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Malpass no esquivó los “graves problemas” de la región al participar en un foro de las Asociaciones Andino Estadounidenses, que reúne a las primeras cámaras de comercio de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela en Estados Unidos.
Señaló que el Producto Interno Bruto (PIB) de Latinoamérica y el Caribe se contrajo 6.5% en 2020, la reducción económica regional “más aguda” desde que se tienen datos confiables a partir de 1901. Los peores desempeños fueron en Perú (-11%), Argentina (-10%) y Bolivia (-9%). En la región, los niveles de deuda con relación al PIB han aumentado en unos 10 puntos porcentuales en 2020 (a 72% de 62% en 2019).
“El impacto social ha sido devastador”, subrayó Malpass. Unos 24 millones de personas perdieron su trabajo y unos 28 millones cayeron en la pobreza, según estimaciones del BM.
La inequidad se profundizó debido a la informalidad. El acceso limitado a las vacunas anticovid complica aún más el panorama. Además, la desigualdad amplificó las tensiones sociales subyacentes, sobre todo en Chile, Ecuador, Perú y Colombia.
Como en los años 1980, cuando la región se vio obligada a apretarse el cinturón para cumplir con los pagos de la deuda generada con organismos internacionales, la carga de la deuda es igualmente pesada y difícil de reestructurar.
Pero “es un tipo de deuda diferente que requiere un tratamiento diferente”, advirtió Malpass.