Nissan reducirá la producción japonesa de su modelo estadounidense más vendido, el SUV Rogue, entre mayo y julio, según una fuente cercana al asunto. Se convierte así en el último fabricante de automóviles global en modificar sus planes de fabricación en respuesta a los nuevos aranceles de importación estadounidenses.
La decisión del presidente, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a los automóviles fabricados en el extranjero trastocó la cadena de suministro automotriz mundial.
Nissan, el tercer mayor fabricante de automóviles de Japón, está más expuesto que algunos competidores. Estados Unidos es su principal mercado, representando más de una cuarta parte de los vehículos que vendió el año pasado, muchos de los cuales se fabricaron en Japón o México.
Nissan planea reducir la producción del Rogue en 13,000 vehículos en su planta de Kyushu, suroeste de Japón, durante el trimestre, según la fuente, que pidió no ser identificada debido a que la información no es pública.
El recorte previsto equivale a más de una quinta parte de los 62,000 Rogue vendidos en Estados Unidos en los primeros tres meses de este año.
Los trabajadores de la planta de Kyushu, la más grande de Nissan, trabajarán menos horas de mayo a julio, con la producción suspendida algunos días, según la fuente. La planta seguirá operando en dos turnos diarios. El fabricante de automóviles reevaluará la situación de la producción más adelante, dependiendo de las perspectivas de los aranceles, añadió.
El lunes, Trump declaró que estaba considerando modificar el impuesto automotriz porque los fabricantes “necesitan algo de tiempo”.
Nissan declaró en un comunicado que estaba revisando sus operaciones de producción y cadena de suministro para identificar soluciones óptimas para la eficiencia y la sostenibilidad. Afirmó su compromiso de adaptarse a los cambios del mercado, priorizando la fuerza laboral y la capacidad de producción.
“Nuestro enfoque será reflexivo y deliberado a medida que abordamos los efectos inmediatos y a largo plazo”, declaró.
Nissan echa para atrás plan de reducir producción en su fábrica de Tennessee
El Rogue fue el modelo más vendido de Nissan en EU el año pasado, con casi 246,000 vehículos vendidos, lo que representa más de una cuarta parte de las ventas totales de vehículos del fabricante en ese país. Nissan también fabrica modelos Rogue en Smyrna, Tennessee.
Esta última medida se produce después de que Nissan diera marcha atrás este mes en un plan independiente para reducir la producción en Smyrna, afirmando que mantendría dos turnos para el Rogue, en lugar de reducirlo a uno como estaba programado para abril.
Otros fabricantes de automóviles también están luchando por sortear los aranceles, que según Trump impulsarán la manufactura y el empleo en EU.
Stellantis, matriz de Chrysler, anunció la pausa de la producción en una planta en México y otra en Canadá, lo que afectará a cinco instalaciones conectadas en EU y despedirá temporalmente a 900 trabajadores estadounidenses.
Honda planea fabricar su Civic híbrido de próxima generación en el estado de Indiana, EU, en lugar de México, para evitar posibles aranceles, según informó Reuters.
Incluso antes de los aranceles, Nissan buscaba recortar su capacidad global en un 20% como parte de un plan de reestructuración.
El nuevo director ejecutivo, Iván Espinosa, se encuentra bajo presión para encaminar al fabricante de automóviles hacia la recuperación, especialmente en EU, donde el rendimiento se ha visto afectado por el envejecimiento de su gama de productos y la escasez de híbridos. En el ejercicio fiscal que acaba de finalizar, Nissan recortó sus previsiones de beneficios tres veces.