Si el próximo mes entran en vigor los aranceles de EU del 25% a bienes de México, así como las medidas de represalia por parte del gobierno de Claudia Sheinbaum, habría consecuencias muy importantes para el sector automotriz del país, de acuerdo con Moody’s Ratings.
Una tarifa de esa magnitud haría que los automotores y las autopartes hechos en México fueran menos competitivos en el mercado estadounidense, lo que aumentaría el riesgo de una menor demanda, una caída de la producción y pérdida de empleos, según un reporte de la firma publicado este martes.
Moody’s recordó que esta industria contribuye con alrededor del 3.5% del PIB de México, y los fabricantes exportan gran parte de su producción a EU.
Agregó que algunas armadoras tienen amplias operaciones de fabricación de autos en el país, lo que favorece sus bajos costos laborales y su ubicación estratégica.
“Los aranceles también alterarían la cadena de suministro automotriz altamente integrada de América del Norte, lo que provocaría retrasos y mayores costos para los fabricantes, y la incertidumbre sobre la implementación de aranceles podría desalentar futuras inversiones e innovaciones”, advirtió.
Apuntó que fabricantes de autopartes como Nemak, que obtiene aproximadamente la mitad de sus ingresos de México y EU, tendrían que buscar nuevos mercados de exportación y modificar sus centros de producción.
Además, el aumento de los costos de los vehículos y las autopartes frenaría la demanda de los consumidores, disminuiría el volumen de negocios y empeoraría la caída de la producción y las ventas en este tipo de empresas.
Moody’s, anticipó que los aranceles del 25% implicarían riesgos más moderados en la mayoría de los demás sectores de la economía mexicana.
Añadió que una caída de la actividad industrial debilitaría el crecimiento de la demanda de electricidad y frenaría el dinamismo macroeconómico del país, lo que minaría la calidad de los activos y la rentabilidad de los bancos.
Detalló que a pesar de la inversión de CFE por 23,000 mdd en nuevo proyectos de electricidad, los aranceles debilitarían las perspectivas de crecimiento de la demanda, lo que reduciría las oportunidades de negocio tanto para la empresa estatal como para los participantes privados.
Por otro lado, consideró que aranceles de 25% afectarían la calidad de los activos y la rentabilidad de los bancos mexicanos en un momento de lento dinamismo de la economía, bajo gasto público e incertidumbre institucional.
“Aun así, los bancos mexicanos calificados tienen carteras de préstamos diversificadas y una amplia diversificación industrial que limita su exposición a los sectores más vulnerables a los aranceles”, precisó.
Añadió que el sector asegurador tiene una baja exposición a los aranceles, pero una desaceleración económica relacionada con aranceles afectaría a sectores de la economía formal, con un deterioro más directo de las empresas de seguros de crédito comercial y del sector afianzador.
Moody’s reiteró que un arancel del 25% afectaría 740,000 mdd en flujos comerciales hacia México, cuyas exportaciones a EU representaron alrededor del 30% de su PIB en 2023, mientras que las exportaciones estadounidenses a México representaron alrededor del 1.2%.
Destacó que más del 80% de las exportaciones de México se dirigen a EU.
Señaló que la imposición de aranceles también conduciría a la depreciación del peso, lo que repercutiría en la inflación en México y limitaría el margen para la flexibilización monetaria por parte de Banxico.
También surgirían presiones inflacionarias si México respondiera imponiendo sus aranceles a las importaciones estadounidenses.
“Esta dinámica agravaría las dificultades económicas existentes del país, al debilitar la confianza de los inversionistas tras las reformas constitucionales, y complicaría aún más los esfuerzos de México por reducir el déficit fiscal, lo que ejercería presión sobre la calidad crediticia soberana”, opinó.
Expuso que una escalada de las tensiones comerciales que lleve a medidas más restrictivas y represalias comerciales contra las exportaciones estadounidenses intensificaría los efectos negativos crediticios, en particular para las empresas estadounidenses y mexicanas del sector manufacturero con especialización sectorial, estructuras de suministro complejas y alta integración en las cadenas de valor globales, como las industrias tecnológica y automotriz.
Para Moody’s, un debilitamiento del peso a causa de los aranceles haría que el sector turístico del país sea más atractivo para los turistas estadounidenses, que representaron alrededor del 69% de los ingresos por turismo internacional de México en 2023, lo que compensaría cualquier desaceleración en el crecimiento de EU por los aranceles.
Agregó que los aranceles y las medidas de represalia no empeorarían mucho más los desafíos que enfrenta Pemex, una de las principales exportadoras a EU.
Como respuesta a los aranceles, Pemex podría trasladar sus ventas a Europa y Asia, pero la próxima puesta en marcha de la refinería en Dos Bocas reducirá el petróleo de México disponible para exportación hasta el periodo 2027-2028, lo que deterioraría aún más su flujo de efectivo en dólares.
“La falta de inversión en la producción de crudo sigue siendo uno de los principales riesgos intrínsecos de Pemex, y las exportaciones a EU han disminuido con el tiempo. Por su parte, las refinerías de la costa del golfo de EU pueden optar por reemplazar el crudo mexicano por alternativas de Medio Oriente o América Latina”, manifestó Moody’s.