• La Dra. Aribel Contreras, Coordinadora de la Licenciatura en Negocios Globales de la IBERO y del próximo Global Business, afirma que Trump está abriendo una nueva era de neocolonialismo
  • La paz está disfrazada porque en realidad es un acuerdo de negocios bilaterales entre Estados Unidos y Rusia, afirma
  • Señala que no es casualidad que Trump saque una tarjeta dorada que permitirá a extranjeros invertir en EU y tener beneficios migratorios

Donald Trump está abriendo una nueva era de neocolonialismo al extraer los minerales críticos y las tierras raras que tiene Ucrania para pagar todo lo que Estados Unidos (EU) le ha dado en asistencia militar y humanitaria, afirmó la Dra. Aribel Contreras Suárez, Coordinadora de la Licenciatura en Negocios Globales de la Universidad Iberoamericana (IBERO).

Apuntó que la ubicación geográfica de Ucrania le ha permitido que su tierra sea muy fértil para productos agroindustriales agropecuarios, además de que en sus minas cuenta con una gran riqueza de elementos inorgánicos, entre ellos litio, grafito, titanio, manganeso, zirconio, entre otros.

“Aunque están distribuidos en diferentes partes del país, una gran concentración de estos minerales está en la zona este de Ucrania. Es interesante ver cómo un supuesto tema geopolítico se convierte en un tema de negocios globales”, acotó.

Resaltó que de una guerra se está haciendo el negocio perfecto para los bolsillos de los oligarcas rusos y estadounidenses, pues no es casualidad de que Donald Trump saque una tarjeta dorada que permitirá a extranjeros invertir 5 millones de dólares en EU y tener acceso a beneficios migratorios.

“Esta tarjeta dorada no está impedida para los rusos que quieran invertir en EU. Es un negocio redondo el que está teniendo el presidente ruso con Donald Trump y por eso hablo de que estos dos personajes cada vez son más parecidos”, refirió.

Subrayó que ambos gobernantes son dos neo populistas que construyen narrativas neo nacionalistas, que están violentando el derecho internacional y abusando de la necesidad del pueblo de Ucrania para poder acabar esta guerra desde sus intereses económicos.

“Me parece terrible que una guerra termine en un acuerdo de paz disfrazada, porque en realidad es un acuerdo de negocios bilaterales entre EU y Rusia, que explotarán la naturaleza, la geografía y la economía de Ucrania”.

Indicó que el gran perdedor es Ucrania porque pierde la guerra y territorio, la aspiración de poder ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la capacidad de tomar decisiones para administrar, extraer y comercializar sus propios recursos.

“Esta lección a mí me deja con una reflexión de que también el proceso de paz es un negocio, ya no solamente hacer una guerra, sino también hacer paz. Es un negocio para estos personajes”, sostuvo.

Consideró que Trump no es un pacificador, es un negociador para fines personales y su círculo más cercano, entre ellos el dueño de Tesla, Elon Musk, su gran aliado que le ayudó en su campaña a llegar a la presidencia.

“Elon Musk tiene empresas aeroespaciales y automotrices eléctricas, dos grandes industrias que requieren estas materias primas justamente para sus negocios. Entonces nada es casualidad, pareciera que este personaje ya se está fungiendo como vicepresidente”, concluyó.

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