José Antonio Flores Vargas

El día de mañana, nuestro país conmemorará un aniversario más de la Consumación de la Independencia, ocurrida el 27 de septiembre de 1821, once años después de que Miguel Hidalgo  y Costilla iniciara la lucha independentista en el pueblo de Dolores, Guanajuato.

En Veracruz, este día inicia una etapa esperada con ansia por gran parte de la sociedad. Conforme anunció el PRI Nacional el viernes pasado, hoy a las seis de la tarde, inicia un proceso de alcances históricos, inéditos en el estado.

La Comisión de Justicia Partidaria del Comité Directivo Nacional del PRI, resolverá la suspensión de los derechos políticos del gobernador Javier Duarte de Ochoa, debido a la investigación de la PGR en su contra, por los delitos de enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento de un deber legal.

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Esa decisión partidista iniciará el fin y destierro de una época, de un equipo y de una corriente política originada en Veracruz en 2004 por Fidel Herrera y continuada a finales de 2010 por el gobernador Javier Duarte.

La semana pasada, los columnistas políticos más leídos del país, dieron por hecho la decisión del Presidente Enrique Peña Nieto, de dar curso a las denuncias contra el gobernador de Veracruz, interpuestas por la Auditoría Superior de la Federación y el SAT durante este año.

Palabras Claras informó el viernes, que el anuncio del dirigente nacional del PRI, implica lo siguiente: Primero, la suspensión de los derechos políticos de Duarte como militante; Segundo, Expulsión del Partido; Tercero, Consignación de la investigación ante un Juez; Cuarto, encarcelamiento y exhibición como ex priista corrupto.

El columnista Raymundo Riva Palacio, señaló el viernes que “Javier Duarte va camino a un proceso legal que le puede llevar a la cárcel”. Sin embargo, no puede ganar el entusiasmo. Los casos similares ocurridos antes, indican que es necesario pensar fríamente las cosas, en cuanto a resultados posibles.

Hace casi 20 años, cuando Dante Delgado fue acusado y sentenciado, estuvo preso un poco más de 15 meses y salió al haber prescrito los delitos que le imputaron. Hubo suficiente linchamiento mediático y cárcel en Pacho Viejo, pero lo que no se conoce, es que el estado hubiera recuperado los recursos públicos del peculado, motivo de la denuncia.

Como Dante Delgado, otros políticos nacionales que pasaron por esa tesitura, tampoco devolvieron nada.

En estos tiempos, lo que la sociedad veracruzana reclama, es que haya cárcel, pero también, la devolución de los multimillonarios recursos que no aparecen.

Que haya prisión para Duarte, pero que incluya a los funcionarios y ex funcionarios señalados como corruptos por el dedo del pueblo y de la Ley, entre ellos los señores de apellidos Benítez, Deantes, Aguirre, Abdalá, Sandoval, etc.

Veracruz necesita restaurar la confianza e impulsar la moralidad pública y el cumplimiento de la Ley. Necesita que al tiempo que inicia la limpia de malos servidores públicos, inicie también un cambio en el estilo de hacer política en el estado.

Que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, en cuanto tome posesión, nombre un equipo de trabajo honesto y eficiente que disponga lo necesario para restaurar la tranquilidad pública que permita a la gente realizar sus actividades productivas.

Que las fuerzas políticas estatales cierren los caminos a personajes encumbrados y enriquecidos en estos años, como Alberto Silva, Jorge Carvallo y Érick Lagos, miembros del primer círculo de gobierno de Fidel Herrera y Javier Duarte, extrañamente dejados en paz por todas las instancias de fiscalización estatales y federales.

Esos señores, integrantes del famoso “cuarto de dos por dos metros” en el Senado con Fidel, estuvieron sentados en la mesa con Duarte y participaron en la borrachera de poder, malas decisiones y metidas de mano al cajón, que condujeron a estos tristes resultados en la administración veracruzana.

Aunque no mataron a la vaca, fueron los que le agarraron las patas, como dicen en términos campiranos. Y además, por qué no pensar que ellos y Fidel, son los que deben estar moviendo los desplegados periodísticos y las aguas en contra de esta reunión de hoy por la tarde en el PRI.

Veracruz espera que hoy se den indicios reales que permitan creer que terminarán doce años de corrupción e impunidad y del empobrecimiento de la población.

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