Si se toma en cuenta lo que dice el más famoso son jarocho del estado, muchos podrán coincidir en que, como buen danzante que ha sido, el secretario de educación de Veracruz sabe bailar La Bamba y tiene habilitada una escalera grande y otra chiquita para subir al cielo.  En esta idea resulta oportuno recordar su trayectoria en favor del cuitlahuismo, los dones que le ha proporcionado la cercanía con el gobernador y sus antecedentes de lucha (en los puentes y carreteras nacionales) en la estrategia política del ahora presidente de la república.

Desde el 17 de abril de 2020, en Palabras Claras se dijo por dónde andaban las ambiciones del profesor y amigo de Cuitláhuac García. En el editorial COYAME: EL MANANTIAL QUE REFRESCARÁ A VERACRUZ, se se afirmó lo siguiente: “Desde el año pasado, varios políticos sureños rezan porque también resurjan las propiedades de esa bebida mineral y se haga realidad aquello de que Coyame vendrá a refrescar a Veracruz en todos los sentidos, de la mano de sus impulsores, entre los que se encuentran importantes actores y apostadores de la SEV, del Congreso del Estado y de la nueva directiva de MORENA, encabezados todos por el poderoso secretario Zenyazen Escobar, el mejor posesionado soñador de la gubernatura jarocha en 2024.”

Y es bueno recordar que AMLO sabe y valora que el profesor Zenyazen fuera durante varios años un pertinaz abanderado en la toma de carreteras del país junto a la maestra Maritza Ramírez, la firme y leal subsecretaria que le acompaña en la segunda posición en esa dependencia que tiene el mayor número de trabajadores del estado y el más cuantioso presupuesto anual, incrementado sustancialmente para este 2022.

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Pero en la búsqueda de la gubernatura Zenyazen tendrá que poner orden en varias áreas bajo su mando, porque no es mucha eficacia la que le aporta, por ejemplo, el subsecretario Uscanga. Un individuo señalado persistentemente de corruptelas y moches de salarios, que cumple a cabalidad la “chiquita” tradición familiar.

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El tema de las bases y plazas laborales que no se entregan a los legítimos beneficiarios, que algunos acusan y que está en boca de miles de normalistas y sus familias, el asunto debería atenderse por algún “zenyazista” de casa o por alguien con mayor honestidad. Es un caso serio y cochino que podría llegar a oídos de AMLO. Arriba, en la verdadera cúpula de la SEV cuidan todos los detalles, pero los de abajo hacen de las suyas, y muestras del desorden fluyen y se filtran por todos lados.

El secretario tendría que estar más atento al tema Covid y a la enseñanza en las pequeñas localidades de la zona agreste y de municipios de las faldas del Cofre de Perote, donde hay profesores que con la lejanía de los jefes y abusando de que son zonas indígenas y precarias, asisten a las aulas cuando quieren y como quieren, sin cumplir con los horarios establecidos y cobijados por malos delegados sindicales y supervisores displicentes que creen que tienen agarrado de los huesos al titular. 

Una de las áreas más descuidadas por Zenyazen, que observan con preocupación desde otras entidades federativas, es el relajo que ha armado en el Instituto Superior de Música, la inexperiencia de una jovencita de origen colombiano, “que ya es del partido”, dice su protector, y que sólo por cariño fue habilitada como subdirectora. La joven actúa allí como hermoso chivo en cristalería, sin tener idea del prestigio de la institución y de su relevancia nacional.

Zenyazen Escobar debiera afinar detalles como esos, y otros más, que le pueden descomponer todo el plan, si en verdad aspira a ser candidato a gobernador de Veracruz, como corre el rumor, y como desde 2019 planifican los del equipo de la oficina principal de la SEV y del Palacio de Gobierno en Xalapa.

No sea que al buen Zenyazen le terminen robando la base por hacerse bolas. Cuenta con la gracia, pero la otra cosita la tiene Rocío Nahle. Y Manuel también es parte de la terna.

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