El proceso de cambio que se ofrece en Veracruz necesita afianzar la justicia, el orden y la paz.

No caben los tristes modelos y tremendos ejemplares de resentimientos.

Lo que ocurre recuerda al español Miguel Hernández en su poema Vientos del pueblo me llevan quien punzante dice: Los bueyes mueren vestidos/de humildad y olor de cuadra;/ las águilas, los leones/ y los toros de arrogancia,/y detrás de ellos, el cielo/ni se enturbia ni se acaba.

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