Un Humvee del Ejército Mexicano y una unidad de la Guardia Nacional avanzaron en medio de la niebla matinal xalapeña; mas lejos de despertar incertidumbre, la presencia de los uniformados generó ánimos entre las adultas y los adultos mayores.
En el módulo de vacunación de El Olmo, una de las ciudadanas se levantó de su asiento y obsequió un aplauso a los soldados portadores de la vacuna Pfizer, lista para distribuirse entre personas de 60 años y más de 57 colonias, fraccionamientos y residenciales adscritas a dicho punto de aplicación.
Con la sonrisa de los abuelos y abuelas finalizó una jornada de cansancio, desvelo y organización de los y las familiares.
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En el módulo de El Olmo, las filas comenzaron desde las 8 de la noche del viernes, cuando los primeros ciudadanos acudieron a la explanada de la Torre Corporativa, equipados solo con una sillas plegables, un termo de café, y la disposición de esperar un mínimo de 12 horas para asegurar una dosis de la Pfizer.
En otros casos, a los puntos llegaron conocidos o trabajadores de familias de Las Ánimas, que previo pago de una compensación apartaban lugar para el familiar de su patrón o patrona.
A esto se agrega la organización de los ciudadanos. De la nada los que acudieron a hacer fila se repartieron fichas para llevar un orden conformen a los que iban llegando.
No importando el frío, ni la lluvia, ni el aburrimiento, los familiares esperaron a cambio de regalar a su padre, madre o abuelo la oportunidad de sobrevivir a la pandemia.
Finalmente poco después de las 8:30 de la mañana, los soldados llevaron las dosis de la Pfizer, y con lo que dio inicio la jornada que todavía a las 11:00 de este sábado continua.
