El ex gobernador Javier Duarte de Ochoa se reservó el derecho a allanarse a la solicitud de extradición del Gobierno mexicano y el proceso será mayor al planeado.

En la audiencia ante el tribunal guatemalteco, dijo que esperará a que la solicitud sea hecha por el Gobierno mexicano para tomar una determinación sobre si acepta ser trasladado a este país para enfrentar los cargos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

“No puedo allanarme, sino hasta que llegue la solicitud formal de extradición y sea evaluada por mi defensoría. No quiere decir que no lo vaya a hacer​, sino que me reservo el derecho hasta que llegue la solicitud y una vez que sea evaluada pueda determinar si me allano”.

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Por esta razón, la fiscalía solicitó que se mantenga la prisión preventiva con fines de extradición para el ex gobernador y que se informe a la autoridad mexicana sobre la medida tomada, ya que tendrá 60 días naturales para remitir la solicitud formal de extradición, así como los hechos de prueba que la acrediten.

En la audiencia, la defensa del ex priista solicitó que el abogado mexicano Pablo Campuzano de la Mora asistiera a la audiencia en calidad de asesor de la defensa, bajo el argumento de que Duarte de Ochoa tenga una asistencia eficaz y técnica.

Por su parte, el Fiscal pidió que el abogado únicamente estuviera presente en calidad de observador, toda vez que el ex funcionario mexicano ya tenía a su representación legal conformada.

El juez César Adán García determinó que el abogado Campuzano de la Mora pueda actuar como asesor de la defensa.

Tras estas intervenciones, se vio a Duarte de Ochoa tranquilo e incluso saludó de manera efusiva a algunos de los asistentes a esta audiencia.

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