Pese a que en México existe todo un ejército de trabajadores enfocados en los cultivos de café, toda vez que se trata del onceavo país que más produce este grano en el mundo, se desconocen las condiciones laborales a las que éstos se enfrentan en materia de seguridad y salud. 

Existe la noción de que los caficultores tienen los mismos riesgos laborales de los trabajadores del sector agrícola, sin embargo, no hay datos precisos o un análisis que indique las características especificas de las situaciones que ponen en riesgo a las personas que trabajan en esta industria, advierte el Organismo Internacional del Trabajo (OIT). 

Este organismo advierte que los propios trabajadores y productores del café no reconocen los riesgos a los que se exponen o las medidas para prevenirlo. 

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Por ello la OIT trabaja en una iniciativa junto con el gobierno de México para mejorar la seguridad y salud en el trabajo en la cadena de suministro del café, misma que en una primera etapa está enfocada en recabar información de este sector. 

“La OIT están trabajando con organizaciones de trabajadores, de productores, con los actores propios de la cadena de valor del café para poder acopiar esta información para tomar decisiones en materia de políticas públicas. Sin información no podemos hacer nada”, explicó Rodrigo Mogrovejo, coordinador regional de la iniciativa de Seguridad y Salud en el Trabajo de la OIT. 

El objetivo del proyecto es apoyar al desarrollo y el refuerzo de condiciones y prácticas de trabajo sostenibles, seguras y saludables en el ámbito de la empresa en las cadenas de valor del café; mejorar iniciativas, certificaciones y plataformas públicas y privadas que se ocupan de las cadenas de valor del café; e incentivar el apoyo institucional para que un mayor número de trabajadores tengan acceso a incentivos y mejoras en la prevención y protección de riesgos. 

Mogrovejo  apunta además que esta puede ser una medida que apoye a aumentar el costo del grano, toda vez que los consumidores especializados de café están dispuestos a pagar más por un café que cuente con certificaciones sociales y ambientales. 

“Es decir, un consumidor en Japón está dispuesto a pagar un poco más por un café que tiene está certificación especialmente ecológicas y sociales, está cada vez más consciente de esta situación. 

Esto ha provocado que este tipo de certificaciones incrementen el valor del café en un sector que cada vez es más reducido. Entonces diferentes cooperativas, pequeños productores se someten a este tipo de certificaciones para elevar el nivel de su producción pero también cumplir con estas medidas ambientales y sociales”, detalló. 

De acuerdo con la Organización Internacional del Café (ICO por sus siglas en inglés) alertó que en 2018 el precio de este grano acumuló 57 meses consecutivos en descenso, llegando a los 102.41 centavos de dólar por libra (alrededor de 2 dólares por kilogramo). Esto representa una pérdida del 20.1% respecto a su valor den 2017.

El proyecto se lleva a cabo en Veracruz, Oaxaca y Chiapas los tres estados que más producen café en el país; pero también se lleva a cabo en Colombia y otros países de América Latina. 

El organismo presentará los resultados de los estudios antes de que concluya 2019 y a partir de esto iniciará la integración de medidas para evitar riesgos de trabajo de estos trabajadores. 

Con información de Forbes

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