• Las victimas eran torturadas, violadas y desaparecidas en la Academia Estatal de Policía en El Lencero, señalan

El ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita y otros 18 mandos medios y de tropa, fueron imputados de ser responsables del delito de desaparición forzada de 15 personas, hecho que se resaltó es de lesa humanidad.

Dentro de la imputación, la Fiscalía narró la crueldad del actuar de la Fuerza Civil, en particular de un par de agrupamientos dentro de dicha corporación, uno que incluso operó bajo la clandestinidad para efectuar detenciones aleatorias de personas, las cuales en su mayoría tuvieron como destino ser interrogadas, torturas, violadas y finalmente desaparecidas.

A las 11 de la noche de ayer la audiencia aún no concluía, pues la imputación contiene docenas de datos de pruebas como declaraciones de testigos sobrevivientes, de algunos policías quienes confesaron, así como documentales, consistente en tarjetas que los propios miembros de la Fuerza Civil elaboraban para informar a sus superiores de los abusos cometidos.

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De acuerdo con la investigación de la Fiscalía General del Estado y en particular de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas a cargo de Luis Eduardo Coronel, el gobierno estatal durante la era duartista, a través de la Secretaría de Seguridad Pública aplicó una política sistemática en ejecutar detenciones arbitrarias, para obtener información de presuntas bandas criminales y posteriormente encubrir sus abusos mediante la desaparición de las víctimas.

Ya fueran civiles inocentes ajenos a cualquier tipo de actividad ilícita o personas que pudieran tener algún tipo de vinculación con alguna banda criminal, un grupo de “Reacción” creado dentro de la Fuerza Civil, tenía la labor exclusiva de patrullar las ciudades en búsqueda de sospechosos.

Al detectar alguno, era detenido, sin importar su edad, sexo o la actividad que estuviera realizando, para inmediatamente ser interrogado con abusos; si tras ese primer interrogatorio tomaban la decisión de desaparecerlo, entonces lo ponían a disposición de un grupo de “elite”, el cual fue creado bajo la clandestinidad por parte de Arturo Bermúdez.

Esta agrupación, que contaba con sueldos mayores, mejor armamento y patrullas último modelo, llevaban a las víctimas hasta la Academia Estatal de Policía en El Lencero, donde eran torturadas, violadas y finalmente desaparecidas.

Quienes llegaban a este sitio, fueran ajenos a las actividades ilícitas o tuvieran alguna relación con el crimen, sufrían el mismo fin.

Estos abusos, calificados por el propio fiscal Jorge Winckler Ortiz como “lesa humanidad”, fueron reportados e incluso existen tarjetas informativas dirigidas a Arturo Bermúdez como al ex subsecretario de Seguridad Pública, Nabor Nava Holguín; al ex director de la Fuerza Civil, Roberto González Meza y al entonces director de Operaciones José Sánchez Tirado.

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