Xalapa, Ver. – En el comunicado dominical de la Arquidiócesis de Xalapa se recordó que los obispos de México se pronunciaron porque ningún proyecto político, económico, ideológico o social vea a la educación como un botín o instrumento de poder.

El vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, retomó lo dicho desde el Arzobispado, en donde dejaron en claro que la educación en sí misma, exige claridad de intención, de operación y de fin y debe estar bajo la premisa de un acto de amor, de generosidad, de gratuidad.

Dijeron que es urgente desactivar los enconos, escuchar a los expertos, así como a los agentes directos de la educación y reconocieron a los maestros y padres de familia.

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El llamado lo hicieron también a las autoridades civiles, empresarios, líderes sociales y políticos, para hacer resurgir en cada espacio educativo, caminos de diálogo, de construcción de paz y de desarrollo humano, integral, solidario y sustentable.

“Es tiempo de lo esencial en cuanto a la transmisión de los conocimientos y métodos pedagógicos, pero sobre todo de atender correctamente el estado  socioemocional, principalmente de los alumnos y maestros”.

Con el inicio del nuevo ciclo escolar 2022-2023 en el menaje de los obispos se reconoce que son muchos los desafíos en materia educativa, a nivel planetario, por lo que es necesario que en los espacios educativos se vuelvan a tejer los lazos esenciales entre los directivos, maestros, padres de familia y estudiantes, con el hilo cálido de la solidaridad, el cuidado y la creatividad, en cada comunidad educativa.

En uno de los puntos se manifiestan por reorientar las vidas con una mirada restaurativa, creativa y generosa, a fin de posicionar lo verdaderamente humano, en el centro de civilización: la libertad, la justicia, la verdad y el amor.

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“Es urgente que, en cada encuentro educativo, avivemos con la fe, la esperanza y la caridad, el esfuerzo cotidiano para conseguir un cambio sereno y eficaz, que detenga la ola de una cultura de muerte, abuso, corrupción, ineptitud, así como de un deterioro ambiental y social, presentes en múltiples sectores de nuestro México. La paz es un don y una tarea. La paz es posible. Educar para construirla, es prioritario.”

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