La inclusión educativa en México, no se ha logrado del todo y una prueba es que persiste la discriminación contra los niños Down, en las escuelas tanto públicas como privadas.

Si bien los casos ya no son tan elevados, aún hay mucho por hacer en el aula de clases, donde los niños regulares, desconocen como tratar a un compañero que padece de algún trastorno genético, dijo la coordinadora de la Fundación Síndrome de Down A.C., Karime Vidaña García.

“Por supuesto y no solamente en esta área sino en muchos sectores de la sociedad, pero particularmente lo que nos preocupa es que si hay un grado de discriminación no tan elevado como antes, hay que decirlo, ya no están en la sombra, amarrados como en muchas ocasiones estaban, ya los vemos en escuelas regulares, parques, centros comerciales y la gente ya los ve de una manera diferente, el problema es cuando un chico convive con un compañero regular, en un mismo salón y ahí si hay mucho porque trabajar”, comentó.

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Destacó que la sociedad se ha vuelto más condescendiente en el tema de la discapacidad. En el tema se han logrado abrir muchas puertas y cada vez, se acostumbra a verlos en lugares públicos.

Sin embargo, como padres y maestros, deben de dotar a las personas con síndrome de Down, de las herramientas que le permitan integrarse de una mejor manera.

Explicó que se han logrado avances científicos importantes que han permitido alargar la calidad de vida de las personas Down. Antes el promedio de vida era de 30 años.

“Ahora tenemos un señor de 47 años, con una calidad de vida, bastante saludable y prometedora a futuro”, comentó.
Detalló que el objetivo es seguir buscando espacios en el área de trabajo.

Se busca que las personas con síndrome de Down, sean consideradas como una mano de obra importante, pero que se creen las condiciones para que puedan desarrollar su trabajo, donde exista igualdad y respeto, por parte de los empleadores.

Destacó que existen tres chicos con síndrome de Down, que trabajan en una nevería, pero hay que generar los proyectos donde se puedan desarrollar.

En la actualidad ya cuentan con una escuela, que está ubicada en la calle de Venus Número 187, entre Campeche y Tampico, del Fraccionamiento Jardines de Virginia, donde ya se pago la renta de una año.

Además se cuenta con una fábrica de tamales, para los chicos mayores, mismos que se venden a través de las redes sociales de la fundación.

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