La Contraloría General del Estado publicó el Código de Ética de los Servidores Públicos, mediante el cual define el comportamiento bajo el cual deben regirse todos los empleados del Poder Ejecutivo, desde el nivel más bajo hasta los altos mandos incluyendo al gobernador.
Conforme a esta normatividad, se hace hincapié en que no será tolerado ni un solo hecho de corrupción ni conducta que vaya encaminada en ese sentido.
Además se menciona que debe haber un comportamiento adecuado y respetuoso por parte de todos los servidores públicos, haciendo puntual precisión a evitar manoseos, besos, acoso sexual o espiar a alguien en los sanitarios.
En el desempeño de su empleo, cargo, comisión o función el servidor público que participe en procedimientos de recursos humanos, debe apegarse a los principios y valores de legalidad, disciplina, imparcialidad, eficiencia, competencia por méritos, transparencia e igualdad y no discriminación.
En el tema de las contrataciones se indica que el servidor público en el desempeño de su empleo, cargo, comisión o función, o a través de sus subordinados, que participe en contrataciones públicas o en el otorgamiento y prórroga de licencias, permisos, autorizaciones y concesiones, debe conducirse con apego a los principios de legalidad, economía, objetividad e imparcialidad y orientar sus decisiones a las necesidades e intereses de la sociedad, y garantizar las mejores condiciones para el Estado.
