La organización ambientalista Greenpeace dio a conocer recientemente un estudio titulado «Estudio sobre el impacto de la contaminación por microplásticos en peces de México», en el cual Veracruz tiene, desafortunadamente, los primeros lugares.

De acuerdo a Greenpeace, «anualmente 13 millones de toneladas de plástico van a dar a nuestros océanos, contaminación que provoca daños ambientales y económicos que trascienden fronteras y que afecta a más de 700 especies marinas».

En México, según el estudio, «se producen más de siete millones de toneladas de plástico al año; el 48% es destinado a envases y embalajes que no necesariamente terminarán siendo reciclados ya que la capacidad real de reciclaje del total de residuos valorizables apenas llega al 6.07% en el país».

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Los participantes en esta investigación fueron el Centro para la Diversidad Biológica, Barco Lab, la Universidad Autónoma de Baja California Sur, el Laboratorio de Biodiversidad y Conservación Arrecifal de la UNAM, y el Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías de la Universidad Veracruzana, donde se demostró el impacto de los microplásticos (plásticos menores de 5mm) en peces de importancia comercial en el Golfo de California, el Golfo de México y el Caribe Mexicano.

«De los 755 peces muestreados, el 20% presentó plástico en su estómago. En la mayoría de los peces se encontró al menos una pieza en su contenido estomacal, pero los investigadores llegaron a encontrar hasta 45 piezas en un mismo pez. Estas cifras muestran como peces comercialmente muy importantes como la lisa, el peto, los pargos, huachinangos o cabrillas presentan microplásticos en su interior, lo que indica que la actividad pesquera podría verse afectada por este tipo de contaminación», resume en su presentación.

El estudio explica que en esta investigación se estimó la cantidad de microplásticos presentes en los contenidos estomacales de peces de importancia comercial en tres regiones del país: La Paz, Baja California Sur en la región del golfo de California; Puerto Morelos, Quintana Roo en la región del mar Caribe y el puerto de Veracruz, Veracruz en la región del golfo de México. En dichos lugares se realizaron salidas de campo por diferentes equipos durante el periodo de junio a agosto de 2018 para la recolecta de los estómagos en las regiones del golfo de California (GC) y del golfo de México (GM), siete salidas en el caso de La Paz y ocho en el de Veracruz. En el caso del Caribe mexicano (CM), se efectuaron seis salidas en Puerto Morelos durante marzo y abril de 2019.

«Los estómagos procedieron de capturas habituales de cooperativas pesqueras con las se colaboró en cada una de estas regiones, tales como la Cooperativa “El Manglito” en La Paz, Baja California Sur; y la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera “Pescadores de Puerto Morelos”. En el caso de Veracruz, se trabajó con distintas cooperativas para tener una gama más amplia de especies y zonas de captura».

Abunda que en el caso de Veracruz, se esperó a que a llegaran a la playa con el producto o se visitaban las cooperativas, donde se comercializa el pescado para consumo humano.

Veracruz, el más afectado

El estudio detalla que en total se revisaron 755 peces, pertenecientes a 66 especies de las tres regiones, de los cuales 411 presentaron microplásticos, lo que representa el 54%.

«En más de la mitad de los peces recolectados se encontró al menos una pieza plástica; sin embargo, este porcentaje es intermedio al compararlo con estudios realizados en otras partes del mundo que varían entre 3% y 77%», explica.

«La región que presentó mayor proporción de organismos con microplásticos fue Veracruz: 96% de un total de 219 muestras distribuidas en 29 especies y 15 familias. De los individuos analizados, únicamente ocho se encontraron sin contaminantes (4%): uno perteneciente a la familia Scaridae o peces loro, conocido como lora o vieja (Sparisoma rubripinne); otro de la familia Haemulidae conocido como burriquete (Anisotremus surinamensis), y el resto de la especie comúnmente llamada rubia (Ocyurus chrysurus) de la familia Lutjanidae».

La totalidad de microplásticos encontrados fue de 2 mil 718, correspondiendo su mayor cantidad a Veracruz (1,865) y la menor a La Paz (110).

Las fibras fueron la forma de plástico más comúnmente encontrado. En este trabajo publicado por las universidades y Greenpeace, el 98 % se halló en forma de fibras y el 2 % restante en fragmentos u otros. Este patrón se repite en todas regiones estudiadas: en Veracruz se contabilizaron 1,865 piezas, de los cuales el 98.93 % fueron fibras y los restantes fragmentos de distintos colores, 1.07%.

Sobre la especie más afectada observada en Veracruz según el estudio, se revela que es el pajarito (Hemiramphus brasiliensis) es la que tiene el mayor promedio de plásticos. Le siguió el pargo mulato (Lutjanus griseus); la lisa o lebrancha (Mugil curema) y el peto. En el extremo opuesto, la especie con menor promedio por individuo fue la rubia (O. chrysurus).

Impacto urbano, la causa; para consumo nacional

Dentro de los resultados que presenta el estudio, enfatiza en que es clara la diferencia entre regiones tanto en el porcentaje de peces con presencia de microplásticos como en el total de los mismos y los encontrados por organismo: «la región más afectada fue Veracruz, dos veces más que en las otras dos. Como se mencionó anteriormente, podría estar relacionado al impacto urbano que recibe este sitio que se traduce en más cantidad de residuos sólidos suspendidos derivados de escurrimientos o descargas de aguas residuales».

De igual manera, el estudio detalla que los peces muestreados en las diferentes regiones «corresponden en general a pesca de consumo local, es decir, las cooperativas y demás personas con las que se trabajaron surten pescado a la misma comunidad (sea La Paz, Puerto Morelos o Veracruz), y a algunos de sus restaurantes y hoteles, es decir lo que se pesca no se exporta para su venta. Sin embargo, algunas especies analizadas son de importancia comercial y están incluidas en la Carta Nacional Pesquera (22,23). Entre ellas se encuentra la lisa o lebrancha (Mugil curema), que presentó el mayor número promedio de microplásticos en su estómago, y de la cual el estado de Veracruz aportó el 91 % del total de su captura en el golfo de México y el mar Caribe en el periodo de 2011-2015. También es el caso del peto (Scomberomorus cavalla), el cual es una importante pesquería artesanal y se comercializa en diferentes centros de abasto del mercado nacional».

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