Xalapa, Ver.- La arquidiócesis de Xalapa, señaló que, la reciente suspensión provisional de Jorge Winckler Ortiz como fiscal general por parte de la Diputación Permanente y el nombramiento de la encargada de la FGE, Verónica Hernández Giadans, ha generado en la gente una sensación de incertidumbre, de ambigüedad y de confusión por lo se está ante una crisis jurídica e institucional que tendrá que resolverse en los tribunales por las autoridades competentes.

El vocero José Manuel Suazo Reyes dijo esperar que este asunto tan delicado no se prolongue tanto y que se resuelva conforme a la justicia y no se afecte el Estado de Derecho. 

“Para ello contamos con la Constitución y por eso creemos también que nadie puede estar fuera o por encima de la ley. Por el bien y la paz de Veracruz todos debemos cuidar y proteger nuestras instituciones y respetar el Estado de Derecho”, dijo.

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Aún más, en su comunicado dominical apuntó que se viven momentos muy complicados en el Estado pues se observa con claridad cómo resolver o al menos disminuir la gran deuda social como la inseguridad, violencia, pobreza extrema, salud, educación y desempleo que sufren los ciudadanos además de los problemas económicos y la crisis jurídica e institucional que estamos viviendo en estos días

En el caso de la inseguridad y la violencia, que está presente a lo largo y ancho del territorio veracruzano, añadió, ni siquiera la presencia de la Guardia Nacional ha servido para contener los altos índices de ejecuciones, secuestros y asaltos a mano armada. 

“Nos alarma que tengamos ciudades con los más altos índices, de varios de estos problemas, a nivel nacional. Ya no se diga las escandalosas masacres sucedidas en el sur de nuestro estado, en Minatitlán y Coatzacoalcos que a la fecha ya suman 31 fallecidos”, remarcó.

Subrayó que el número de víctimas de la violencia es también escandaloso puesto que no sólo son los fallecidos, también están los desaparecidos, los hijos que se quedan huérfanos y el ambiente traumático que viven todos los afectados. 

“Ninguna explicación o justificación es suficiente, necesitamos transformar esta realidad. Los discursos oficiales contrastan con la realidad que vive la gente todos los días”.

En asuntos de salud, al problema de la falta de hospitales, de centros de salud y de servicios de calidad que requiere la gente, se agrega ahora el lastimoso desabasto de medicamentos. Nuevamente una realidad es el discurso oficial y otra lo que sufre la gente, lamentó.

Agregó que son poquitas las obras de inversión que se observan en infraestructura carretera o en servicios que ofrecerán nuevas condiciones a la gente. “Si es que hay otros resultados, no se conocen o no se informa a la gente. El servicio de comunicación no está funcionando muy bien”, abundó.

Acusó que las cifras oficiales y los logros que a nivel nacional se promocionan y se presumen, contrastan con las otras cifras que tiene la población, por lo que “no por mucho repetir una cosa se transformará la vida de la gente. Nuevamente pareciera que estamos ante una doble realidad, la que se dice a nivel oficial y la que enfrenta la gente”.

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