Lo que reflejan las declaraciones del novel diputado por Panuco, Rodrigo García Escalante, es la preocupación que existe en el círculo mas cercano de su padre, el contralor general del estado, Ricardo García Guzmán.
Rodrigo, no captó el regalo envenenado que seguramente le enviaron actores políticos interesados en el tema de la corrupción que corroe al régimen duartista-flavinista. La ética que tanto promueve el Contralor del estado en su discurso, no abarca el ámbito familiar, porque antes de la entrevista los periodistas llegaron a apostar en que el entrevistado callaría sobre las declaraciones del ex contralor Iván López. Es más, se atrevió a decir que el ex funcionario de la contraloría se encontraba “desesperado”.
Sí Iván López está “desesperado”, como aseguró García Escalante, habría que preguntarle a ese diputado, cómo debe estar el contralor vigente, si consideramos que él carga las denuncias de la Auditoría Superior de la Federación, las denuncias que él ha presentado ante la Fiscalía General y el reiterado tema de las empresas fantasma que investiga el Servicio de Administración Tributaria, que en su momento intentó desmentir ante el periodista Ciro Gómez Leyva a nivel nacional, y que con los nuevos diputados, reconoció que lo hizo por instrucciones de su entonces jefe, el prófugo Javier Duarte.
De estos actores políticos ¿quién estará realmente desesperado o aterrado?