Mientras llegan los 30 mil convocados al mitin con el Peje y se calienta la Plaza Lerdo con música de rock, el candidato Cuitláhuac y su selecto séquito degustan sencillos platillos de la cocina ibérica en lujoso restaurante cercano a la agencia Volkswagen en la avenida Araucarias en Xalapa.
No resulta extraño el gusto exquisito y cosmopolita del candidato de Morena. No se le da mucho el discurso y la comunicación verbal, aunque se percibe su preferencia por las delicias culinarias de ultramar.
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Rocío Nahle debe estar analizando con mucha atención las potencialidades y debilidades del soltero candidato a la gubernatura veracruzana, que ha resultado un gran paseante y anfitrión de AMLO en estos tiempos electorales.
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