Seguramente se ha dado cuenta que cuando llama para pedir una pizza lo primero que le preguntan es su número telefónico, esto con el fin de ver su nombre y domicilio.

Ahora imagine que a partir de esa información, basándose en sus peticiones anteriores, quien le atiende sepa exactamente cuáles son los ingredientes que le gustan y el tamaño que va a solicitar, además de los complementos que siempre agrega.

Esto es el uso efectivo de tecnologías como el análisis de datos y la inteligencia artificial, las cuales ya tienen aplicaciones muy puntuales que serán más comunes en los próximos años.

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“La inteligencia artificial es una realidad que va muy rápido y es uno de esos sucesos que impactarán el futuro inmediato”, afirmó Oscar Sáez, CEO de la empresa Softland, empresa dedicada al software para la gestión empresarial en Latinoamérica.

Estos desarrollos modificarán los procedimientos de las empresas y permitirán realizar predicciones, por lo que se podrá saber, por ejemplo, el éxito que tendrá un producto desde antes que sea creado.

“Para obtener la información necesaria que ayude a tomar la mejor decisión en una empresa hay que utilizar los datos y, sobre todo, saberlos interpretar”, apuntó Sáez en charla con López-Dóriga Digital desde España.

De esta manera, utilizando softwares de gestión basados en la satisfacción de los clientes (conocidos en el industria como CRM) se puede, por ejemplo, crear fidelidad.

“Si haces una reserva en un restaurante e inmediatamente te identifican por tu nombre, saben qué te gusta pedir, cuál es tu mesa favorita y los horarios a los que sueles acudir, le abre a ese negocio una posibilidad enorme de rentabilizar la inversión que haya hecho en tecnología porque acudirán más clientes a él”, afirmó el ejecutivo.

No hay que perder de vista a las personas

Pero para que la inversión en tecnología de una empresa sea redituable, primero es necesario que esté basada en la gente que labora en ella, advirtió Sáez.

De esta manera, por ejemplo, puede dotar a las personas de facilidades como movilidad para el trabajo, pero también llevar un registro de sus vacaciones, evolución en la compañía y seguimiento de capacitación, lo cual puede definir sus posibilidades de crecimiento al interior de la organización. Todo esto es también una aplicación del manejo y análisis de datos que, además, se puede gestionar mediante inteligencia artificial.

Asimismo, este tipo de tecnologías no requieren de grandes inversiones porque están basadas en la nube, por lo que no se necesitan instalaciones ni mucho personal que se dedique a ellas, lo cual puede representar un ahorro a largo plazo para una empresa.

Todo esto, concluyó Sáez, hace que estas tecnologías sean accesibles a cualquier tamaño de compañía, por lo que es necesario entender desde ahora qué es la transformación digital.

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