La figura de John Fitzgerald Kennedy, el que fue presidente de Estados Unidos entre el 20 de enero de 1961 y el 22 de noviembre de 1963, ha superado su propia historia y 56 años después de su asesinato en Dallas todo lo relacionado con él y su familia continúa despertando fascinación. La misma que en su día animó a Ronnie Paloger, un vendedor retirado de la industria de la confección, a realizar su particular homenaje a John F. Kennedy reuniendo objetos, fotografías y manuscritos que le pertenecieron.
Paloger tenía 13 años cuando Kennedy fue asesinado durante su visita a Dallas y las imágenes que recorrieron el mundo impactaron en él de tal manera que la figura del legendario presidente se quedó instalada en su memoria para siempre. Muchos años después, su afición de coleccionista le llevó a reunir un auténtico tesoro de recuerdos del boxeador Muhammed Ali, conocido como Cassius Clay hasta que en 1964 cambió su nombre al convertirse al Islam. Aquella colección la vendió en 1997 y al jubilarse, en 2005, dedicó sus esfuerzos y el dinero que tenía ahorrado, a rastrear durante cinco años los recuerdos más sorprendentes de su admirado héroe de juventud: John F. Kennedy. Su ardua tarea a tiempo completo tuvo su fruto en la que se considera la colección privada más importante y coherente del mundo sobre este histórico personaje.
El próximo jueves 23 la firma RR Auction de Boston (Estados Unidos), saca a subasta esta basta e interesante colección de la que su propietario se desprende en busca de liquidez. La recopilación de objetos e imágenes cuanta la historia de la vida John F. Kennedy y su familia y se ofrece como un lote único que saldrá a la venta por un precio mínimo de 1,5 millones de dólares (algo más de 1.350.000 euros), aunque el vicepresidente ejecutivo de la casa de subastas, Robert Livingston, ha afirmado que esperan conseguir un valor mucho más elevado. La misma empresa ya sacó a subasta en 2017 un diario escrito por Kennedy en 1945, durante su breve etapa como periodista tras la Segunda Guerra Mundial, que terminó vendiéndose por casi 650.000 euros cuando su precio de salida se había fijado en poco más de 180.000.
El conjunto de objetos que se subastan reúne piezas variopintas que comienzan con un libro escrito en francés que utilizó JFK cuando tenía 14 años y que incluye 77 firmas del joven Kennedy en diferentes formatos. El libro es solo una muestra de una parte de la colección que incluye otros objetos de sus años en The Choate School –el instituto de Connecticut en el que se preparó para acceder a la universidad– y en la Universidad de Harvard donde realizó sus estudios superiores y que incluy la tesis que presentó en el último curso y que fue la base de su primer libro, Why England Slept, en 1940.
De su etapa como soldado en la Segunda Guerra Mundial la colección que se subasta ahora incluye la correspondencia que Kennedy mantuvo durante 18 años con la madre de Harold Marney, uno de los dos marineros que murieron a bordo de la lancha PT-109 de la que también era tripulante quien después llegó a ser presidente. También abarca los años de JFK como congresista y senador y ofrece fotografías curiosas por su rareza y significado histórico de esta etapa de su vida, así como un manuscrito original del discurso en el que anunció su intención de postularse a la presidencia de Estados Unidos en 1960.
Además de estos documentos existen fotografías y objetos personales no solo de él, también de su esposa Jackie, de su hija Carolina o de sus hermanos Robert y Ted Kennedy. Desde un mechón de pelo JFK a uno de los corsés que utilizó por sus problemas de espalda pasando por una de sus corbatas, pelotas de golf de su propiedad, acuarelas pintadas por él o unas caretas de Halloween que representan su rostro y el de su esposa.
En cualquier caso el elemento distintivo de esta colección es el extraordinario archivo fotográfico sobre la vida del presidente estadounidense que incluyen también negativos originales. Entre estas imágenes se encuentran muchas de las primeras campañas de la carrera política de JFK y del día de su boda con Jacqueline Bouvier.
